Hay desengaños terribles

 


Hay desengaños terribles que dejan mella para siempre en quienes los padecen.

Yo pongo cara a aquéllos que, cercanos a mí, no quieren volver a saber de amores, de amistades, de confianzas, de proyectos, porque sufrieron palos tan gordos que el miedo pudo con todo atisbo de ilusión.

Maldigo a ésos que no quisieron valorar las lágrimas de quienes le querían, a quienes aprovecharon el sentirse amados para tirar de la cuerda hasta romperla, a los que traicionaron la confianza de personas crédulas, a aquéllos que ridiculizaron al que sentía y carecieron de la mínima empatía para entender los destrozos que provocan el desprecio, el desinterés y el engaño.

Maldigo a quienes se escondieron, tras provocar incendios, en su burbuja de cristal.

Y al maldecirlos, maldigo la parte que hay en mí que un día no estuvo a la altura de personas a las que no supe querer como se merecían, de quiénes hui para evitar sufrir, sin pensar que había formas de alejarse sin carreras alocadas de las de no mirar atrás.

Detesto haber hecho daño cuando no era consciente del daño que se puede hacer y de cómo de arrebatador es el dolor de quien se siente abandonado.


Salvador Navarro - Contador de historias

Escritor. Vía fb

(Pintura de Chris Guest)

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