TE PRESTO MIS ZAPATOS .

 


«Ven,

te presto mis zapatos,

para que te sumerjas a jugar un rato,

en las mismas aguas donde yo me ahogué. 

Ven,

te presto mis zapatos,

para que camines mi vereda andada

y tal vez puedas comprender. 

Ven,

te presto mis zapatos,

vive lo que yo he vivido,

y dime si aún te molesta mi proceder. 

Ven,

ponte mis zapatos,

siéntete como me he sentido,

y entonces me cuentas si aún puedes ser tan cruel. 

Sólo sabes una parte de la historia

y juzgas desde lo que puedes ver. 

¿Quieres tener el panorama completo? 

Ven,

ponte mis zapatos,

camina mi trayecto

y luego dime si te duelen los pies. 

Felipe Otelo

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