Estatua de la Libertad, Estados Unidos.

Es un monumento de cobre que representa a una mujer de pie vestida con una larga túnica.

Se alza hasta los 49 metros de altura, llegando casi a los 93 metros si contamos el pedestal.

Sobre la cabeza tiene una corona de siete picos, simbolizando los siete continentes y los siete mares.

En ella se abren 25 ventanas.

En la mano derecha porta una antorcha, rediseñada en 1916 para realzar su aspecto de llama ardiente.

Por el contrario, en la mano izquierda sujeta una tablilla con la fecha de la firma de la Declaración de Independencia.

Curiosidades.

Muchos creen que fue obra de Gustave Eiffel, mismo ingeniero francés que construyó la Torre Eiffel.

La realidad es que Eiffel se encargó de la estructura interior, el diseño de la estatua es obra del escultor francés Frèdèric Auguste Bartholdi.

Desde su inauguración se convirtió en un símbolo de la libertad, ya que era lo primero que veían los inmigrantes cuando arribaban en barco a las costas de la ciudad.

Hasta 1942 funcionó como faro de navegación, con un haz luminoso que llegaba hasta casi 40 kilómetros de distancia.

Subir a la corona

Es posible acceder hasta un observatorio ubicado en la corona de la Estatua de la Libertad, ofreciendo una de las mejores vistas panorámicas de Nueva York.

Varias veces en su historia ha tenido que cerrar al público.

El mayor tiempo fue tras los atentados del 11 de septiembre, cuando permaneció cerrado hasta el 4 de julio de 2009 por motivos de seguridad.

Fue cerrada de nuevo en el 2012 por los múltiples destrozos causados por el huracán Sandy a su paso por Nueva York, volviendo a abrir sus puertas el 4 de julio de 2013.