Por qué reímos en momentos inapropiados y cómo evitarlo.

 



Puede que alguna vez te hayan entrado unas ganas incontrolables de reír estando en medio de una situación en la que no debías de hacerlo, tal vez después de recibir una mala noticia o mientras alguno de tus amigos te contaba sus penas amorosas. Y aunque esta risa nerviosa podría parecer grosera, la realidad es que existen varias razones científicas que explican por qué no podemos aguantar una carcajada en los peores momentos.

Por qué reímos en momentos inapropiados y cómo evitarlo

La risa nerviosa es una respuesta que tiene nuestro cuerpo ante varios tipos de estímulos. Puede ser provocada por vergüenza, alerta o incomodidad ante alguna situación que estemos atravesando en un momento determinado. Aunque algo no nos parezca divertido, podemos experimentar esta reacción cuando nuestro cerebro tiene que regular las emociones que estamos viviendo, como sentirnos vulnerables, débiles o desprotegidos.


La risa nerviosa es un mecanismo de defensa


Podemos pensar en esta risa como un mecanismo de defensa de nuestro inconsciente ante cierto peligro. El neurocientífico Vilayanur S. Ramachandran lo aclaró de un modo sencillo. Él explicó que “tenemos una risa nerviosa porque queremos hacernos pensar que esa cosa que encontramos no es tan horrible como parece”. Es como si el cuerpo quisiera hacernos creer que lo que nos incomoda no es un gran problema.


Cómo controlarnos al reírnos en situaciones incómodas


Aunque conozcamos la razón detrás de la risa incómoda, el cuerpo humano es tan rápido que puede sernos difícil huir de nuestros impulsos en situaciones desagradables. Primero necesitamos preguntarnos cuál fue la causa que desencadenó la risa.


Para evitar y controlar tal reacción, los especialistas recomiendan algunos ejercicios de respiración, socializar más a menudo, hacer yoga, meditar e incluso tomar clases de música. Pero las personas que han sufrido de esta risa recomiendan otros trucos que pueden ayudarnos a transformar las carcajadas en pequeñas risas, o incluso a dejar de reírnos cuando nos volvemos conscientes de ello.


1. Buscar apoyo en un amigo


De vez en cuando puede que nos fallen los trucos para controlarnos. Si nos damos cuenta de que hemos reído en una situación incómoda, podemos hacer lo siguiente. Tener a un amigo cerca siempre es buena idea. De esta forma nos sentiremos menos presionados cuando esto suceda. Podemos pedirle a nuestro amigo que nos toque el hombro o que nos dé una palmada para calmarnos.


2. Pensar en algo aburrido

Por qué reímos en momentos inapropiados y cómo evitarlo

Si no logramos enfocarnos en la conversación, podemos intentar pensar en algo que nos parezca muy aburrido. De esta forma vamos a distraernos de la risa constante. Para mantenerte alejado de la risa, algunas personas recomiendan pensar específicamente en cosas difíciles, como las matemáticas.


3. Mordernos un poco la lengua


Para evitar que nuestro cuerpo siga riendo sin parar, algunos recomiendan intentar morder levemente nuestra lengua, la punta del labio o el interior de nuestra mejilla. Solo tenemos que poner atención en no lastimarnos. Puede que esta sea la reacción más rápida cuando nos encontremos en apuros.


4. Pellizcarnos un poco


Si estamos en un restaurante o en una junta y tenemos que reaccionar y dejar de reír rápidamente, a algunas personas les funciona pellizcarse un poco la pierna o la palma de la mano. De esta forma seremos consientes de la situación y evitaremos carcajadas incomodas.


5. Practicar un movimiento relajante


Podemos realizar algunos ejercicios de respiración para calmar nuestro cuerpo. Pueden hacerse en cualquier momento en que necesitemos relajarnos.


Relajemos los hombros y el cuello.

Mantengamos la boca cerrada e inhalemos lentamente por la nariz. Tenemos que contar 2 segundos.

Ahora debemos colocar nuestros labios como si fuéramos a silbar. Después exhalemos lentamente durante 4 segundos.

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