Así fue el descubrimiento de la piedra de rosetta.

CM DIXON / HERITAGE / GTRES


La famosa pieza, que resultó ser un elemento clave para descifrar los jeroglíficos egipcios, fue hallada casualmente en el norte de egipto por parte de un destacamento militar francés


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Piedra de Rosetta

La piedra de Rosetta, con inscripciones en egipcio, demótico y griego antiguo, fue hallada el 15 de julio de 1799 por parte de un destacamento militar francés. 


Foto: Museo del Loure


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Jean-Francois Champollion

Retrato al óleo de Jean-Francois Champollion datado en 1831. El cuadro se encuentra expuesto en el Museo del Louvre, en París. Champollion fue quien, finalmente, descifró los jeroglíficos egipcios a través de la piedra de Rosetta, en 1822.



Foto: Edmond Terakopian / AP / PA


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Los cuidados de un tesoro

La Piedra de Rosetta es sometida a labores de conservación por el conservador Nic Lee, en la Galería de escultura egipcia del Museo Británico de Londres.




Foto: Illustrated London News


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Años de estudio

Una litografía muestra a varios expertos inspeccionando la Piedra de Rosetta durante el Segundo Congreso Internacional de Orientalistas, en 1874.


Foto: Daniel Kalker/ PA /dpa/ AP


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Museo Británico, Londres

La piedra Rosetta yace expuesta en el Museo Británico de Londres. Pasó a manos de los ingleses en 1802.


A mediados de julio de 1799 -se desconoce con exactitud el día preciso-, un destacamento militar francés, bajo las órdenes del oficial Pierre-François Bouchard (1771-1822), se puso a desenterrar una antigua fortaleza egipcia, denominada por los franceses Fort Julien, en Rashid (Rosetta), en la costa norte de Egipto, cuando un soldado descubrió la llamada piedra de Rosetta, un bloque de piedra granítica de unos 760 kilos que dos décadas después resultó ser un elemento clave para descifrar los jeroglíficos egipcios.



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En la cara pulimentada de la piedra, que era un fragmento de una antigua estela egipcia, aparecían tres tipos de escritura: la parte superior, compuesta por 14 líneas, estaba formada por jeroglíficos egipcios; las 32 líneas de la parte central estaban escritas en demótico, la última fase de la escritura egipcia; y la parte inferior la formaban 54 líneas en griego, una lengua hablada y escrita en el antiguo Egipto desde época helenística.

Bouchard llevó el bloque al Instituto de Egipto en El Cairo, recientemente fundado en 1798, donde los estudiosos empezaron a analizarlo, aunque el significado de los jeroglíficos egipcios se había perdido hacía más de 1.000 años. Los estudiosos comprobaron que los tres epígrafes eran en realidad versiones de un mismo texto. La estela contenía un decreto sacerdotal en honor del faraón Ptolomeo V, datado en el año 196 a.C. Los ingleses se la llevaron como botín de guerra a Londres tras derrotar, en 1801, a las tropas napoleónicas en Egipto. Pero fue un francés, Jean-François Champollion (1790-1832), quien finalmente descifró los jeroglíficos egipcios a través de la piedra de Rosetta, en 1822. Hoy en día es la pieza más visitada del Museo Británico de Londres.


https://historia.nationalgeographic.com.es/a/asi-fue-descubrimiento-piedra-rosetta_7462/5

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