Aprendí.




 Hace un par de cambios de vida

descubrí que estar donde quieres

es mucho más divertido

que estar donde no quieres,

que decir lo que sientes

es bastante más placentero

que no hacerlo,

y que abrazar cuando te apetece

es infinitamente más bonito

que cuando te obligan.

Y con todo esto

y sus viceversas

aprendí a no darle vueltas

a las cosas que marean,

aprendí a no hacer nada

que tenga que explicar

y a no querer nada

que tenga que pedir.

Aprendí que

cuando quieres estar cerca

no estás lejos,

sin más.

Da igual lo que diga

la letra pequeña del cuento.

Patricia Benito


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