Un caramelo y 50 juntos,

 “Tu abuelo me pidió que me casara con él con un caramelo. No teníamos nada, se arrodilló y me dijo: 'No tengo nada ahora, solo un caramelo, pero si quieres podemos construir todo juntos".

 "¿Y tu?"

 “Abrí el caramelo, lo partí en dos y nos lo comimos. A partir de ese momento lo dividimos y lo compartimos todo. Nos caímos, nos levantamos y construimos.

 Todos juntos.  Hemos vivido momentos difíciles, de cansancio, pero siempre hemos estado el uno para el otro.  Hasta el final"

 "Otros tiempos abuela"

 "El tiempo no cambia la forma en que amamos.

 Lo que ha cambiado es que ya no tienes buenos ejemplos a seguir.  No le tienes miedo a todo.  No te casas por miedo a no poder construir.  Tan pronto como peleas, rompes porque crees que encontrarás uno mejor.  Siempre estás buscando la perfección, como si existiera.  Te falta la percepción de la realidad.  Felicidad en las pequeñas cosas.  Haces estas grandes demostraciones, miles de anillos de euros, un video exagerado para propuestas de matrimonio y luego te pierdes el momento.  Esa cosa íntima que guardas en dos, solo en dos para toda la vida.  Esto es lo que te estás perdiendo.  El coraje de vivir la vida y amar por quien soy ... y no como te lo imaginas ".

 Un caramelo y 50 juntos 

 María Prisco.