Under the Tuscan Sun. 2003.

 Frances: “A veces me despierto en medio de la noche pensando: “Soy una idiota, soy la mujer más estúpida del mundo, compraste una casa para una vida que ni siquiera tienes”.

Martini: ¿Y por qué lo hizo? 

Frances: 𝗣𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗼𝘆 𝗰𝗮𝗻𝘀𝗮𝗱𝗮 𝗱𝗲 𝘁𝗲𝗻𝗲𝗿 𝗺𝗶𝗲𝗱𝗼 𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼, 𝘆 𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗮𝘂𝗻 𝗱𝗲𝘀𝗲𝗼 𝗰𝗼𝘀𝗮𝘀. 

𝗤𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 𝘂𝗻 𝗺𝗮𝘁𝗿𝗶𝗺𝗼𝗻𝗶𝗼 𝗲𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗰𝗮𝘀𝗮, 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 𝘂𝗻𝗮 𝗳𝗮𝗺𝗶𝗹𝗶𝗮 𝗲𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗰𝗮𝘀𝗮. 

Martini: Señora, entre Austria e Italia, hay una sección de los Alpes llamada Semmering. Es una parte de las montañas muy alta y extremadamente escarpada. Construyeron unos rieles sobre estos Alpes para conectar Viena y Venecia. 𝗜𝗻𝘀𝘁𝗮𝗹𝗮𝗿𝗼𝗻 𝗲𝘀𝗼𝘀 𝗿𝗶𝗲𝗹𝗲𝘀 𝗺𝘂𝗰𝗵𝗼 𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘅𝗶𝘀𝘁𝗶𝗲𝗿𝗮 𝘂𝗻 𝘁𝗿𝗲𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝘂𝗱𝗶𝗲𝗿𝗮 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝗲𝗹 𝘃𝗶𝗮𝗷𝗲 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲 𝗲𝗹𝗹𝗼𝘀. 𝗟𝗼𝘀 𝗽𝘂𝘀𝗶𝗲𝗿𝗼𝗻 𝗮𝗵í 𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗮𝗯í𝗮𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗮𝗹𝗴ú𝗻 𝗱í𝗮 𝗲𝗹 𝘁𝗿𝗲𝗻 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮𝗿í𝗮.”  

Frances: “Dicen que 𝗰𝗼𝗻𝘀𝘁𝗿𝘂𝘆𝗲𝗿𝗼𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗿𝗶𝗲𝗹𝗲𝘀 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗔𝗹𝗽𝗲𝘀 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲 𝗩𝗶𝗲𝗻𝗮 𝘆 𝗩𝗲𝗻𝗲𝗰𝗶𝗮 𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝘂𝗯𝗶𝗲𝗿𝗮 𝘂𝗻 𝘁𝗿𝗲𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝘂𝗱𝗶𝗲𝗿𝗮 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝗲𝗹 𝘃𝗶𝗮𝗷𝗲. 𝗟𝗼 𝗰𝗼𝗻𝘀𝘁𝗿𝘂𝘆𝗲𝗿𝗼𝗻 𝗶𝗴𝘂𝗮𝗹. 𝗘𝗹𝗹𝗼𝘀 𝘀𝗮𝗯í𝗮𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝘂𝗻 𝗱í𝗮 𝗲𝗹 𝘁𝗿𝗲𝗻 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮𝗿í𝗮. 𝗖𝘂𝗮𝗹𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿 𝗴𝗶𝗿𝗼 𝗮𝗿𝗯𝗶𝘁𝗿𝗮𝗿𝗶𝗼 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗰𝗮𝗺𝗶𝗻𝗼, 𝘆 𝘆𝗼 𝗵𝘂𝗯𝗶𝗲𝗿𝗮 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝗼𝘁𝗿𝗮 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗲. 𝗬𝗼 𝘀𝗲𝗿í𝗮 𝗱𝗶𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲. ¿Qué son cuatro paredes, después de todo? Son lo que contienen. La casa protege al soñador. Cosas inimaginablemente buenas pueden suceder aun al final del juego. ¡Que sorpresa tan grande!”

Under the Tuscan Sun. 2003.