No te avergüences por hundirte de vez en cuando.



No te avergüences por hundirte de vez en cuando, no te sientas incapaz de llorar por el cansancio de tus días, que no te de vergüenza limpiar tus heridas cuando ellas se enfermen.


Sabemos cuán importante es llorar para mantener la cordura.

Y no te preocupes ni tengas vergüenza, que te aseguro que en otras casas también hay alguien como nosotras, que está en la ducha tapándose la boca y llorando en silencio... dejando que el agua se lleve sus dolores... Autor Desconocido

 

Comentarios