GUARDIANES INDIOS.

 LA PRÁCTICA DE HACER REGALOS SILENCIOSOS

Busca un lugar público, como una plaza, un parque,

una estación, y colócate en un sitio que te permita

observar a los paseantes discretamente. Déjate llevar

por tu corazón, que él elija las personas a las que

harás tu regalo anónimo y silencioso. Cuando veas

pasar a alguien afectado por una dolencia, regálale

buena salud en tu pensamiento.

Si ves pasar a una

persona abatida y triste, regálale paz y alegría.

Si ves a un niño que llora, regálale un futuro hermoso.

Si ves a alguien de gesto hosco y enojado, regálale amor y

perdón.


Y así, con todas las personas que se vayan

cruzando en tu camino.

Acoge a cada una de ellas en

tu corazón por unos instantes y deséales lo mejor.

Puede que jamás vuelvas a ver a ninguna de estas

personas.

Está bien que así sea; no necesitas ninguna confirmación, el amor nunca se impone, sencillamente se ofrece a quien tenga a bien recibirlo.

GUARDIANES INDIOS


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