Extranjeros.


Si te molestan por su acento o atuendo,

por sus términos raros para nombrar

lo que tú llamas con distintas palabras,

emprende un viaje,

no a otro país (ni siquiera hace falta):

a la ciudad más próxima.

Verás cómo tú también eres extranjero.

José Emilio Pacheco


Comentarios