𝗥𝗘𝗚𝗥𝗘𝗦É...
Regresé con los puños y brazos abiertos.
Regresé a liberarme de mi propia crítica, a aceptar mis rarezas, mis defectos, mis debilidades.
Regresé a vivir conmigo misma el mejor de los romances, y fue entonces que comenzaron los milagros porque el amor es una cura milagrosa.
Regresé a conquistarme, a vencer, a ganarme.
Regresé y cerré los ojos ,me vi por dentro, vi los tesoros que estaban escondidos, me ví con buenos ojos y en aquel instante me reconocí.
Regresé a disfrutar de mi propia compañía, a conocerme, me sobrelleve, me aprobé y me sentí cómoda.
Me sincere y decidí ser fiel a lo que en mi alma existe, mis anhelos mis necesidades.
Regresé a comenzar de nuevo, a valorarme, a ser la dueña y heroína de mis propias historias.
Regresé con la sonrisa más amplia, cursi, valiente, más sabia, más consciente, más agradecida.
Regresé a celebrar el espectáculo que vive en lo más profundo de mi corazón y respetarme
Regresé a regarme, cuidarme y florecer y me prometí más tiempo.
Regresé a premiarme, a mimarme, me abracé, me escuché, repetí mi nombre mil veces y lo amé.
Regresé a ser mi mejor amiga, mi cómplice, mi propio aliento.
Regresé con un toque de rebeldía, aguerrida, más ruidosa, con las alas más robustas y más ansiosas de aletear, ascender y volar.
𝗥𝗲𝗴𝗿𝗲𝘀é 𝗰𝗼𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝘂ñ𝗼𝘀 𝘆 𝗯𝗿𝗮𝘇𝗼𝘀 𝗮𝗯𝗶𝗲𝗿𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗺𝗲 𝗿𝗲𝗰𝗶𝗯í.
©️ Marcela J. Villalón
®️Todos los Derechos Reservados
Comentarios
Publicar un comentario