HACER QUE LA FRUTA DURE MAS.
Las frutas son un festín para lo sentidos. Su principal virtud es que aportan las vitaminas y minerales que necesita el organismo para mantener la salud, una actividad física y la vida cotidiana. Tienen, además pocas calorías y grasas. Y son fuente de fibra. Su aporte de energía favorece un peso saludable, ayuda a envejecer mejor y más lentamente y a mantener una mente activa. Sin olvidar que permite dar rienda suelta a la creatividad en la cocina.
Esos son algunos de los numerosos beneficios que aportan estos productos y que se detallan en el libro «Frutoterapia» (Ed. Paidós), una guía completa de las virtudes terapéuticas y dietéticas de la fruta. Se trata de una serie de recomendaciones ofrecidas por la doctora Montse Folch, miembro del cuerpo facultativo del Centro Médico Hospital Quirón Teknon. Ella explica que resulta tan importante la ingesta de frutas en la dieta de una persona que hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo diario de 600 gramos de fruta y verdura por persona. Eso evitaría el 14% de las muertes por cáncer gastrointestinal, el 11% de las enfermedades cardiovasculares y el 9% de las muertes por infarto.
Entre los múltiples consejos que ofrece para sacar el mayor partido a las frutas, comienza por asesorar sobre cómo comprar estos productos, y cómo consérvalos y almacenarlos para que duren más, lo que es fundamental para su consumo.
A la hora de comprar
1. La fruta que adquiramos debe ser fresca, de temporada (siempre más barata) y a ser posible de cultivo ecológico, libre de pesticidas y fertilizantes químicos.
2. Si se va a consumir pronto, escoger fruta madura. Si no es preferible que esté un poco verde para que madure en casa. Si está muy madura, conservar en el frigorífico.
Cómo conservar
1. Sacar las frutas de las bolsas de plástico antes de meterlas en el frigorífico. La fruta necesita oxigenarse y si las guardamos en bolsas cerradas pierden sabor y nutrientes.
2. Conservar en un lugar fresco y seco, y si es posible alejado de la luz.
3. Si se guarda en el frigorífico deberá ser en el estante menos frío, evitando el contacto con otros alimentos para evitar su deterioro.
4. No se deben almacenar demasiado tiempo porque, aunque se conserven frescas en el frigorífico o a temperatura ambiente, se descomponen de manera rápida. Estos son los tiempos recomendados:
Frutas delicadas: aguantan en el frigorífico entre dos y tres días como máximo. Frambuesas, grosellas, fresas, moras.
Frutas con hueso: no guardarlas más de una semana. Albaricoque, ciruela, melocotón, aguacate.
Cítricos maduros: se conservan hasta diez días en el frigorífico. Limón, naranja, pomelo.
5. Si la fruta está envasada hay que leer las indicaciones de la etiqueta y sus instrucciones, como «consumir preferentemente antes de» o «conservar en el frigorífico».
En la etiqueta debe aparecer la procedencia de la fruta, su variedad, dónde se ha cultivado, su categoría y si tiene denominación de origen, peso, precio de venta por kilo, fecha de envasado...
6. Hay que guardar por separado la fruta más madura de la que no lo está. Una pieza deteriorada puede hacer que el resto madure más rápido.
7. Almacenar por separado frutas de conservación breve (fresas, cerezas) de las más duraderas para no provocar el deterioro de las piezas de larga duración.
8. Los plátanos no hay que meterlos en el frigorífico porque se ennegrecen. Mejor conservarlos a temperatura ambiente tapados con papel de periódico.
9. La fruta se guarda entera, no troceada. Sólo se troceará cuando vaya a consumirse. Así se evita su deterioro.
Hay varios motivos que aceleran el proceso de deterioro de la fruta: la exposición al sol, las altas temperaturas... hacen que pierdan muchas vitaminas y nutrientes. Cuando se trocean y pelan, entran en contacto con el oxígeno del aire, lo que acelera su deterioro. Por eso, se hace en el momento de consumirlas.
10. Algunas frutas se pueden congelar como la piña, manzana, albaricoque, pomelo, fresa y cereza oscura. No es aconsejable hacerlo con cerezas, ciruelas de color claro, uvas y frutas tropicales. Para congelar se guardan en un recipiente hermético en su punto de maduración, indicando en el envase el contenido y fecha de congelación.
Así se lavan
1. Larvarse las manos antes de manipular las frutas.
2. Remojar las frutas bajo el grifo de agua fría, frotándolas suavemente con un cepillo.
3. Se pueden desinfectar con vinagre o bicarbonato de sodio y remojarlas de nueva para eliminar los restos de desinfectante.
4. Secarlas suavemente con un paño de cocina.
Calendario de las frutas
Todo el año: aguacate, coco, limón, mango, papaya, pera, piña, plátano, kiwi.
Albaricoque: mayo, junio, julio, agosto.
Arándanos: junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre, diciembre.
Cereza, ciruela: abril, mayo, junio, julio, agosto.
Chirimoya: enero, noviembre, diciembre.
Frambuesa: julio, agosto, septiembre, octubre.
Fresa: marzo, abril, mayo, junio.
Granada: enero, septiembre, octubre, noviembre, diciembre.
Grosella: agosto, septiembre, octubre, noviembre, diciembre.
Higo, melón: agosto, septiembre.
Melocotón, sandía: junio, julio, agosto, septiembre.
Mora: agosto, septiembre, octubre, noviembre.
Naranja: enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, noviembre, diciembre.
Níspero: abril, mayo, junio.
Pomelo: enero, febrero, marzo, octubre, noviembre, diciembre.
Uva: septiembre, octubre, noviembre, diciembre.
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