Violeta Parra.

 


El día 5 de febrero de 1967, fallece Violeta Parra,  cantautora, pintora, escultora, bordadora y ceramista chilena, considerada una de las folcloristas más importantes de América y fundadora de la música popular de su país.

La mujer, desgreñada como siempre, enemiga de las obligaciones estúpidas de peinarse, arreglarse, bañarse, lavarse, acomodarse para los demás, sostiene el charango —cinco cuerdas dobles como mandamientos repetidos, para que resuenen duplicados en los espacios sin fin del altiplano— pero podría estar sosteniendo una piedra. No hay ánimo, no queda brío para otra cosa. Violeta Parra acaba de cumplir 49 años y sabe que el calendario no marcará 50.

Desde pequeña sintió afición por la música y el folclore chilenos; su padre, profesor de escuela primaria, fue un conocido folclorista de la región.

El constante viajar por todo el país le puso en contacto con la realidad social chilena, plagada de desigualdades económicas.

 Violeta Parra adoptó una postura política de militante de izquierdas que le llevó a buscar las raíces de la música popular.

En 1964 tuvo la oportunidad de organizar una exposición individual de su obra plástica en el Museo del Louvre, la primera realizada por un artista latinoamericano.

Su labor de difusora de la expresión del pueblo campesino la volcó en composiciones musicales como Casamientos de negros (1955), Yo canto la diferencia (1961), Una chilena en París (1965), Qué dirá el Santo Padre (1965), Rin del angelito (1966), Run run se fue pal Norte (1966), Volver a los diecisiete (1966) y Gracias a la vida (1966), muchas de las cuales han sido grabadas por destacados intérpretes.


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