James Dean


"James Dean estaba destinado a sobrevivir, a perdurar más allá del lapso de su vida terrenal. Ya lo expresaba él mismo: “Si un hombre puede saltar la brecha entre la vida y la muerte, quiero decir, si puede continuar viviendo después de que haya muerto, entonces quizá fue un gran hombre”.

Por lo menos un gran artista. Mirándolo actuar en sus películas entendemos el furor y la veneración que despertó en su momento. Su manera de comportarse ante las cámaras era muy distinta a lo que el público estaba acostumbrado a ver, quizá con la excepción de Marlon Brando, con quien siempre fue comparado. En sus películas lo vemos gritar, saltar, pelear y llorar, en un estado de perpetua agitación que esconde una personalidad tímida, que lucha por ser reconocido y amado. Es inocultable cierta ebriedad en sus gestos, en su manera entrecortada de hablar y de moverse. James Dean parece incapaz de mirar a los ojos, temeroso de ser encandilado por la mirada de su interlocutor, temeroso de que le hagan daño."

 Vía: Canal Cultura


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