YO, JULIA (Santiago Posteguillo)
Pero volvamos a Julia.
¿Qué define a una persona además de su carácter y sus humores? Sus amigos, aquellos a quienes uno considera merecedores de ser depositarios de su confianza. A la luz de las amistades de las que alguien se rodea a lo largo de su vida se puede entrever con claridad qué tipo de persona es la que está en el centro de ese núcleo. Aristóteles ya hablaba de esto, pero también advertía de que las amistades que surgen del interés no son realmente tales, pues en esas circunstancias lo que promueve nuestro acercamiento a la otra persona es conseguir algo, por lo general un beneficio. De esta forma, en el caso de una emperatriz tan poderosa como la augusta Julia, si bien podemos encontrar alrededor de ella un círculo cercano de amistades, en el que yo mismo me incluyo, cabe también preguntarse: ¿quién de nosotros se ha acercado a la emperatriz solo por auténtica amistad sin perseguir un privilegio, un regalo, una ayuda? Hasta yo mismo me aproximé a ella en un inicio para obtener cosas que anhelaba. Luego aprendí a respetarla e incluso a sentir admiración, pero ¿es esa una relación de amistad?
Pintura de Oleg Zhivetin
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