Que no hay que dejar de soñar.


Que todos queremos un lugar al que volver siempre y llamar hogar. Que las dificultades son parte del camino y las apariencias despistan mucho. Que has de ser tú, poner el corazón en lo que hagas y ser valiente en cada paso. Que no siempre tendrás un camino de baldosas que seguir ni unos zapatos de charol mágicos. Que con amigos todo es distinto. Que no hay que dejar de soñar. Nunca.

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