Y así debes aceptar que no puedes apagar el mal del mundo solo.


 "Y así debes aceptar que no puedes apagar el mal del mundo solo. Pero todos los días puedes cuidar el pedazo de creación que te alberga, el presente que estás viviendo, el espacio donde caminas y el que lo habita contigo. No puedes detener una guerra sino construir un pequeño refugio para una flor, para un gato callejero, para una rama fracturada que todavía tiene la vida dentro, eso siempre lo puedes hacer, asi aprendes a ver y a sentir de nuevo. Y es la tarea más grande que tenemos: amar lo que hay, sentir que la vida es una dentro de cada cosa"

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