Te confiaste y diste su amor por sentado.


Creíste que con solo recordarle algunas veces que estabas por allí era suficiente para mantenerla a tu lado. Te confiaste y diste su amor por sentado. Te confiaste y creíste que siempre se quedaría esperando a que decidieras brindarle toda tu atención. ¿Sabes qué pasará ahora? Te costará un mundo aceptar que la perdiste por tus errores.

Una mujer que ama con pasión, espera ser amada de la misma forma. Aunque sea una persona paciente que lo de todo de sí una y otra vez, que dé múltiples oportunidades esperando a que te decidas, también tiene un límite. Y una vez que esa mujer maravilla alcance ese límite, no habrá marcha atrás. Podrá darte dos, tres, cuatro y hasta más oportunidades, pero una vez que decide que ya fue suficiente no se va a retractar. Para entonces, la habrás perdido para siempre.

Tal vez en un primer momento no creas que sea gran pérdida porque tenías la idea de que una mujer más significativa llegaría a tu vida. Y cuando te des cuenta que nadie te va a amar como ella lo hizo, es cuándo empezará tu odisea. No podrás vivir sin ella, te sentirás muy solo y comprenderás todo lo que ella te ofrecía y no quisiste aceptar.

Ella te amó con todo su corazón, tú no le diste motivos para quedarse.

La mujer que te amó, la mujer que te entregó su tiempo y se dedicó a construir su relación mientras tú no hacías nada, se cansó de no recibir el mismo afecto. Creíste que la tenías comiendo de tu mano, creíste que ella no podía vivir sin ti, creíste que te necesitaba para ser feliz. ¿Y qué pasó? Te diste de frente contra un muro inquebrantable. La realidad te golpeó, tú no le diste motivos y ella se alejó.

Como mecanismo de defensa optaste por decir que ella no te amaba lo suficiente, típica acción de una persona resentida que busca culpar a otros de sus errores. Quisiste hacerte creer que ella no te amó lo suficiente para quedarse y seguir esperando por ti, como si esa fuera su obligación como mujer. Como si ella no mereciera una pasión desenfrenada y un amor intenso. Qué equivocado estabas y ahora que te diste cuenta de tus graves errores, sentirás que su lejanía te destruye.

No podrás vivir sin ella, será como si te faltara el aire, sentirás el peso de la culpa hundiéndote. Y aunque pidas mil veces perdón, ella está decidida a no gastar más su tiempo y energía en ti. Cuando una mujer decide marcharse, le duele, pero tiene por delante las frases “Merezco algo mucho mejor”, “Me amo más a mí y si no me dan el valor que merezco, debo dármelo yo misma”. Cuando ella ya ha dado la espalda, no habrá palabras bonitas ni promesas falsas que valgan.

No podrás vivir sin ella, no podrás asimilar que la perdiste por tu indiferencia.

No debería ser, pero es cierto que la mayoría de las mujeres son mucho más pacientes que un hombre. Aunque ven todas las señales de que una relación está destinada a fallar, se quedan a seguir intentándolo, tienen la esperanza de que en algún momento su pareja se dará cuenta que ellas son lo mejor que pueden tener en su vida. Hasta que llega un momento en que dicen “no más”.

Eso pasó con tu chica, tu indiferencia fue acabando con sus esperanzas, tu falta de atención le hizo entender que ya no valía la pena seguir intentándolo. Poco a poco los motivos que tenía para quedarse se fueron desvaneciendo uno a uno hasta que no quedó nada a qué aferrarse. La rompiste y ahora no podrás vivir sin ella.

VÍA:tengomilpalabrasparat Trumbl

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