SOLIMAN I "EL MAGNÍFICO"


El siete de setiembre de 1566, en Szigetvár, Hungría; fallecía Solimán I el Magnífico, gran sultán del Imperio otomano durante varias décadas con quien su imperio atravesó el apogeo militar, cultural y político. Solimán suele ser reconocido porque fue uno de los únicos sultanes de la historia turca que guiaba personalmente a los ejércitos a conquistar ciudades, por lo que sus tropas desarrollaron un vínculo muy cercano a él. Cuando Solimán sucedió a su padre en el trono otomano en 1520, encontró una base imperial medianamente solida pero cuyas debilidades aún se encontraban en el Este sobre todo por los empujes de ciertos grupos de guerreros de origen asiático. 

Las primeras campañas de Solimán se dirigieron contra esos pueblos por lo que tras dos años de guerra, el sultán logró estabilizar las fronteras. En 1521 se decidió a conquistar Belgrado algo que no había conseguido ni el propio Mehmed II. Así, al año siguiente, en la isla de Rodas, obtuvo la rendición de los Caballeros Hospitalarios de San Juan, con lo que a partir de entonces el tráfico marítimo veneciano y genovés quedó bajo su control. Continuó diversas campañas en los Balcanes hasta llegar a la histórica victoria en la batalla de Mohács, donde acabó con la independencia de Hungría e impuso en el trono a Juan Zapolya, vasallo del Imperio Otomano. 

A la expansión de Solimán el Magnífico se opondrán enérgicamente España y Austria, con la ayuda de Polonia y Venecia, siendo el mayor referente en esta defensa el emperador Carlos I de España. Es con Solimán donde se produjo el sitio Viena que culminó en una victoria cristiana y marcó la máxima expansión histórica de los otomanos en Europa. El estancamiento en el frente europeo no significó una derrota en todo sentido puesto que las campañas continuaron en otros puntos y Solimán se anexiono los territorios del norte de África, como Argelia y Túnez (apoyado en el mítico almirante Barbarroja), así como la mayoría del Oriente Medio. Además de esto que mencionamos, Solimán apoyó abiertamente el desarrollo de la ciencia y las letras, así como estableció una profunda reforma legal en el Imperio otomano. El gran sultán mando a construir una inmensa mezquita en la actual Estambul, la cual se conserva y no solo es la más grande de la ciudad sino que es uno de los principales lugares turísticos de dicha ciudad.


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