Si yo tuviera un hijo.


Si yo tuviera un hijo le pondría un nombre provisional: Ni Mali, que en suajili significa "Se pertenece".

Si yo tuviera un hijo, el día de su cuarto cumpleaños, iríamos a saltar en las camas elásticas hasta quedarnos acostados en ellas mientras otros saltan y después iríamos a solicitar su cambio de nombre.

El que él quisiera.

¿Cómo quieres llamarte?

Elsa.

Hola, Elsa, bienvenida.

Si yo tuviera un hijo no le bautizaría pero le llevaría a misa de doce y le diría que no se tiene que levantar ni arrodillar si no le apetece.

Si yo tuviera un hijo y me preguntara si Dios existe le diría que si él necesita que exista, existe, que yo no lo necesito y por eso para mí no existe.

Luego le daría un abrazo y le diría que eso es lo único que yo necesito.

Si yo tuviera un hijo, haría con él los contradeberes, contestando a las preguntas con lo primero que se nos pasara la cabeza y luego buscaríamos juntos las respuestas que otros han dado y que quieren que él dé en clase.

Tendríamos una libreta con nuestras respuestas.

¿Cuál es la propiedad conmutativa?

Es la propiedad que tienen los mutantes de conmover al resto de personas que no tienen poderes.

Jaja.

Y nos reiríamos hasta que el mundo desapareciera por completo.

Si yo tuviera un hijo, iríamos al cine todas las semanas, y si la película fuera no recomendada para menores de 18 años, lo escondería debajo de la chaqueta hasta que estuviéramos completamente a oscuras.

Luego, en casa, hablaríamos como mayores de 18 años de la película.

Sí, hay gente que hace daño a otra gente, pero es una elección.

No, ya no hay dinosaurios, pero hay cosas peores.

Sí, todos nos vamos a morir, pero ahora estamos vivos, ¿no?

Si yo tuviera un hijo y quisiera ir al zoo, iría una vez con él. Ese fin de semana no saldríamos de casa. El domingo por la noche le diría que así se sienten los animales en el zoo.

Si yo tuviera un hijo, taparíamos la tele con una sábana blanca y haríamos la princesa prometida.

Como desees.

También cambiaríamos algún final.

Francesca abre la puerta de la camioneta y se empapa.

Y dejaríamos igual el de Big Fish, ¿no?

Si yo tuviera un hijo y me viera llorar, porque los padres también lloran, le señalaría el lugar en el que me duele y luego le preguntaría que dónde le duele a él.

Si yo tuviera un hijo le compraría condones y le diría que hable con la persona con la que vaya acostarse y que le pregunte si le está gustando y si todo está bien y que sonría mucho.

Si yo tuviera un hijo y yo me muriera, porque los padres se mueren, intentaría haberle hecho sentir que lo único que necesita para estar vivo es aire, agua y mandarinas.

Y que con aire, agua y mandarinas, se puede seguir amando.

Si yo tuviera un hijo y se me muriera, porque los hijos también se mueren, me haría maestro para repartir todo lo que se me quedó o viajaría o escribiría mil historias con su nombre implícito o me tumbaría de nuevo en una cama elástica a mirar las estrellas.

Haría de su tumba un nido de luciérnagas.

Y si al final los dos conseguimos tener arrugas y canas en el mismo espacio y en el mismo tiempo, le miraría y diría: lo conseguimos.

A pesar de las armas.

A pesar del cáncer.

A pesar del desamor.

A pesar del dinero.

A pesar de la depresión.

A pesar del apego.

A pesar de los enfados.

A pesar de todo, lo conseguimos, Ni Mali.

Yo te hice existir.

Y tú me viste.

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AUTORA: GIOCONDA BELLI
Y va naciendo
El pretexto para decir tu nombre
En la noche remojada,
Tierna y húmeda
Como la flor de grandes ojos abiertos
Y pétalos palpitantes
En la que me envolví
En lo más profundo del sueño,
Para dibujar tu nombre
En todos los rincones
Donde he vivido y viviré
Hasta que me lleve el viento,
Como semilla,
A dar flor a tierras desconocidas
Y me encarne quizás en la niña
Que oirá historias
En las tardes iguales de Nicaragua
Con el olor a tierra naciendo,
Urdiendo en sus entrañas
La vida verde del trópico lujurioso
Como yo, como vos,
Como las hojas en que nos envolvimos
Cuando nos arrojaron del paraíso.
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date a volar
AUTORA: ALFONSINA STORNI
Anda, date a volar, hazte una abeja:
en el jardín florecen amapolas,
y el néctar fino colma las corolas;
mañana el alma tuya será vieja.
Anda, suelta a volar, hazte paloma,
recorre el bosque y picotea granos,
come migajas en distintas manos,
la pulpa muerde de fragante poma.
Anda, date a volar, sé golondrina,
busca la playa de los soles de oro,
gusta la primavera y su tesoro:
la primavera es única y divina.
Mueres de sed: no he de oprimirte tanto.
Anda, camina por el mundo, sabe:
dispuesta sobre el mar está tu nave.
date a volar hacia el mejor encanto.
Corre, camina más, es poco aquello.
Aún quedan cosas que tu mano anhela,
corre, camina, gira, sube y vuela:
gústalo todo porque todo es bello.
Echa a volar… mi amor no te detiene,
¡Cómo te entiendo, Bien, cómo te entiendo!
Llore mi vida… el corazón se apene…
Date a volar, amor, yo te comprendo.
Callada el alma… el corazón partido,
Suelto tus alas… ve… pero te espero.
¿Cómo traerás el corazón, viajero?
Tendré piedad de un corazón vencido.
Para que tanta sed bebiendo cures
Hay numerosas sendas para tí.
Pero se hace la noche; no te apures.
Todas traen a mí…
Arte Amanda Cass.
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