Puerta de Todas las Naciones.
Un pórtico que fue levantado en tiempos del rey Jerjes I, aquel valeroso gobernante de los persas que se enfrentó tanto a los espartanos en la célebre Batalla de las Termópilas como a los atenienses en la Batalla de Salamina.
Pues bien aquel rey Jerjes quiso levantar este gran monumento en el que pudieran acogerse a todas las tierras y gentes que estaban bajo su mando. Es un lugar realmente espectacular, incluso estando en ruinas, y hay que imaginarse esta puerta con toda la solemnidad de la construcción, de manera que impactaría realmente en todo el que la atravesara.
No obstante, todavía se pueden contemplar unos enormes toros alados con cabeza humana que eran los guardianes de esta puerta. Al igual que se ven bajorrelieves en su parte baja. Mientras que sobre los leones alados (para algunos toros) se lee una inscripción cuneiforme en la que se pueden leer varias lenguas persa, babilonia y elamita, las principales del imperio.
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