LITERATURA ERÓTICA


Normalmente se habla de literatura erótica cuando es muy sugerente y ensalza la sexualidad. A menudo narra un romance o contiene tintes de humor. Juega con la simbología de las situaciones para estimular el deseo sexual.

La literatura pornográfica, en cambio, es mucho más directa, se desnuda de todo tipo de pudor. Es sexualidad en primer plano gracias a la narración pura y simple de una relación sexual. Su único objetivo está muy claro: hacer que el lector disfrute. No obstante, su definición evoluciona con el tiempo y la subjetividad de cada uno.

El erotismo, un cuento viejo...

El erotismo no es un invento moderno, existe desde los comienzos del ser humano, pero durante siglos este género estuvo vedado, los autores publicaban con seudónimos por miedo a ser castigados, incluso hubo escritores que fueron ejecutados por sus ideas consideradas perversas.

Hay que retroceder hasta el siglo XII para llegar al origen de la literatura erótica. Por aquel entonces, tomaba forma de cantos y poemas que respetaban las reglas del Amor Cortés. Todo quedaba envuelto en un pudor extremo. 

Durante los dos siglos siguientes fueron las fábulas moralizantes en octosílabos, eróticas y llenas de humor, las que tomaron el relevo. En el Renacimiento, la literatura erótica siguió estando presente pero se la consideraba inmoral y transgresora. No fue hasta el siglo XVIII, con la llegada del espíritu libertino, cuando el género adquirió forma de carta entre nobles, un auténtico arte de la seducción gracias a una redacción cuidada e insinuante. La mujer se convierte en la presa que hay que conseguir y que al final siempre cede ante su captor. Entre los grandes romanceros de este género destacan Choderlos de Laclos, autor de Las amistades peligrosas, Crébillon hijo y Samuel Richardson.

Pese a todas las discusiones que giran en torno a este género literario, existen autores que se relacionan íntimamente con él, entre ellos se encuentran: Anaïs Nin, Guillaume Apollinaire, Marqués de Sade y Henry Miller, entre otros.

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“Solo el latido unísono del sexo y el corazón puede crear éxtasis”.-Anaïs Nin (Escritora francesa,1903-1977).

“… experimentar una vez más este instante trémulo, tenerle, conocerle y dejarle irse, como un pájaro cautivo que sentimos palpitar bajo nuestros dedos antes de liberarle en el aire claro. “¡Ahora, si! ¡Oh Dios mío!” le oí exclamar al segundo de su vuelo”. -John McGahern. (Escritor irlandés, 1934-2006).

“Mi opinión en lo que se refiere al placer es que hay que emplear todos los sentidos”. -Marqués de Sade“. (Filósofo y escritor francés,  1740-1814).

"Guarda silencio cuando no tengas nada que decir, cuando la pasión genuina te mueva, di lo que tengas que decir, y dilo caliente”.-D.H. Lawrence. (Escritor inglés, 1835-1930).

Escultura: L' Éterne Idole. (El Idolo Eterno), 1890-1893. Auguste Rodin (1840-1917). Museo Rodin.


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