LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL: BREVE RESUMEN
El 28 de julio de 1914 se inicio de la Primera Guerra Mundial. Un conflicto que moldeó todo el siglo XX sin dudas, y en esta oportunidad les traigo un resumen sobre las causas, el desarrollo y las consecuencias de dicha contienda. Las rivalidades imperiales de finales del siglo XIX son las que llevarían al inicio de la contienda que quedaría inmortalizada como la “Gran Guerra”. El mundo hasta 1914 se encontraba dividido dentro del auge imperialista de Gran Bretaña, siendo seguido por un Imperio Alemán que aunque no dominaba tantos territorios de ultramar se mostraba como una potencia de orden industrial de gran envergadura. Franceses, italianos, rusos, y belgas aparecían como potencias de segundo orden en un mundo donde hacia los extremos del mundo también emergían nuevos colosos: en América, los Estados Unidos; y en Asia, el Japón. La rivalidad entre británicos y alemanes, gestada desde 1890 con niveles preocupantes, moldearía la carrera armamentística que vino luego. Durante los 20 años siguientes, el mundo no hizo más que profundizar las rivalidades coloniales. Los sistemas de alianzas empezaron a entrar en vigencia para intentar persuadirse entre potencias (la Triple Alianza de 1890 y la Triple Entente de 1907). Estas alianzas fueron difíciles de armar ya que los franceses debieron reconocer, por ejemplo en 1907, que cedían ciertas pretensiones en el terreno a manos de los británicos a fin de consolidar una alianza contra sus viejos enemigos para poder enfrentar al enemigo más reciente: Alemania. Sin embargo, aunque la carrera crecía, el mundo estaba atravesado por una etapa dorada que la burguesía apodó “belle epoque” debido a que las ganancias de este sector crecieron, así como se dio un notable desarrollo de las ciencias y el arte. Pero en los suburbios, la miseria y las desigualdades del sistema había generado también una respuesta contracultural en movimientos organizados desde los sindicatos, los clubes políticos y otros espacios sociales donde trabajadores de diferentes rubros confluían. Así, el mundo previo a la guerra fue tomando forma. Fue precisamente la situación siempre desbordante en la región de los Balcanes la que fue dando tela para cortar a las grandes potencias: conflictos menores entre países y reinos nacionalistas que buscaban acrecentar sus dominios o influencia. Primero una guerra contra los turcos otomanos en 1912, luego una guerra contra Bulgaria y sus intereses expansionistas en 1913. Así se fue moldeando el escenario previo a la guerra. Con este panorama, se llega a 1914. El asesinato del Archiduque Francisco Fernando el 28 de junio de 1914, a manos de un joven nacionalista serbio no fue casualidad. El boom del nacionalismo en los Balcanes como ya explicamos, venía desarrollándose desde 1910 en adelante, y asestar un golpe al corazón monárquico de un imperio decadente como era el Austrohúngaro fue una jugada que muchos nacionalistas estaban esperando ansiosamente. Dos historiadores muy reconocidos llamados Palmer y Colton, hablan de la teoría del "efecto arrastre", donde la guerra se iniciaría producto de la accion de imperios decadentes. El Imperio Austrohúngaro, ya decadente, arrastraría a la guerra a una potencia como Alemania; mientras el Imperio Ruso, también decadente, arrastraría a la guerra a la superpotencia imperial de ese tiempo como era Gran Bretaña. Es a partir de ese entonces, que tras una espera eterna y temerosa de 30 días, el Imperio Austrohúngaro le declara formalmente la guerra al reino de Serbia tras no recibir respuesta del ultimátum enviado 5 días antes y comienza así la Primera Guerra Mundial. Tras el asesinato del Archiduque Francisco Fernando un mes antes, las tensiones entre Serbia y el Imperio Austrohúngaro quedaron en su punto más álgido, por lo que las fuerzas imperiales habían enviado un ultimátum solicitando a Serbia el libre acceso al país para investigar sobre el grupo que había asesinado al Archiduque y tenía bases allí. Serbia sin responder directamente, acusó de que cualquier intento de violación de la soberanía llevaría a una guerra. Sin respuestas, el 28 de julio comenzó el despliegue de tropas austrohúngaras para invadir Serbia. El pequeño país independiente mandaría a jóvenes, adultos y ancianos voluntarios a la línea de frente para luchar contra los invasores. Esta acción da inicio a la Primera Guerra Mundial tal y como la conocemos. El Imperio Austrohúngaro invadiría Serbia con decenas de miles de hombres, mientras en Serbia se prepara la resistencia. Todo esto provocaría la intervención del Imperio Ruso en el conflicto en favor de Serbia sobre la cual ejercía un protectorado simbólico (Rusia se autodenominaba ‘Protectora de los pueblos eslavos’). En medio de esta escalada entra en vigencia el complejo sistema de alianzas gestado años antes donde por ejemplo, el Imperio Alemán, aliado de los Austrohúngaro le declararía pocos días después la guerra a Rusia y comenzaría el despliegue de efectivos para luchar contra las fuerzas del Zar. Por lo pronto y en escasos días, las potencias occidentales romperían relaciones con Alemania por cuestiones políticas (Gran Bretaña disputaba el puesto de potencia europea con Alemania, mientras Francia como dijimos acumulaba viejos rencores de la guerra de 1871), transformando una guerra entre vecinos, en una guerra de magnitudes mundiales al arrastrar también sus colonias de ultramar. Francia comenzó la movilización inmediata, y los alemanes intentaron evitar la guerra en dos frentes rápidamente por lo que avanzaron sobre Rusia primero intentando provocar un shock inmenso en sus oponentes algo que consiguieron tras la batalla de Tannenberg en agosto de 1914. Los franceses contragolpearon en el frente occidental, y los alemanes no hicieron más que dedicarse a reducir cada ataque francés para intentar quebrar la línea en el frente desarrollado en Bélgica logrando tomar ese país y tomando los franceses una posición pasiva que llevaría pronto a la guerra de trincheras (desde septiembre). El bloque de las “potencias centrales” quedaría conformado por el Imperio Austrohúngaro, el Imperio Alemán desde un primer momento, el Imperio Otomano y Bulgaria meses más tarde. El bloque de los “aliados” estará encabezado por Gran Bretaña, Francia, Italia (que rompería su trato con austrohúngaros y germanos en la Triple Alianza), el Imperio Ruso, Serbia, Rumania, Grecia y Bélgica; añadiéndose desde 1917 Estados Unidos. La guerra estará marcada por múltiples aspectos: la primera vez en la historia que se usen aviones de combate, la primera vez que aparezcan los tanques de batalla, la primera guerra de la historia donde se usen armas químicas, especialmente el gas mostaza por ambos bandos. La brutal contienda tendrá tres grandes frentes: el frente occidental marcado por la brutal guerra de trincheras y los millones de muertos y heridos; el frente oriental donde los alemanes aplastaran mes a mes al debilitado ejército ruso, y el frente de Mesopotamia donde se desarrollaran las acciones de los británicos y árabes contra el ejército otomano.El año 1915 dio muestras de un estancamiento en el frente occidental que llevaría a que los alemanes empiecen a desarrollar de a poco su táctica de generar el “enemigo interno” dentro de sus rivales. Los alemanes plantearon así entre 1915 y 1917, un levantamiento en Irlanda en 1916 para debilitar a los británicos, el envió del Telegrama Zimmermann a México para provocar la entrada de este país a la guerra contra Estados Unidos, así como dar paso libre a Lenin para que retornará a Rusia e hiciera colapsar de una vez por todas al Zarismo. Mientras tanto, y en 1916 se produjeron dos batallas brutales en el frente Occidental: Somme, y Verdun. Simultáneas y en suelo francés. La primera fue una carnicería humana inútil que no dejó un claro vencedor, la segunda también sería una carnicería pero que dejaría un triunfo francés vital para evitar la caída final de Paris. Mientras tanto, los británicos (luego de un fracaso en las costas turcas llamado “Galilpoli”) avanzaban desde el frente de la Mesopotamia, con sus aliados árabes encabezados por el mítico Sir Lawrence de Arabia quien tendría encontronazos con diplomáticos ingleses que se repartirían luego Medio Oriente en el trata de Sykes-Picot (donde Palestina, Jordania e Irak quedaban en manos inglesas, así como Siria en manos francesas). Por otro lado, el frente Oriental se despedazaba para los rusos quienes sufrían cada semanas miles de muertos, y perdían terreno por todos lados frente a un ejército alemán imparable. En 1917, las cosas cambiaron por dos razones. La entrada de Estados Unidos a la guerra, tras el hundimiento de un barco llamado Lusitania en 1915; sumado a una Rusia que explotó internamente en medio de dos revoluciones (la ‘menchevique’ de febrero, y la ‘bolchevique’ de octubre). Con Rusia colapsando y Lenin prometiendo firmar la paz a cualquier costo con Alemania, hacia inicios de 1918 se cerró la participación rusa en el conflicto con un humillante tratado donde el Imperio Ruso perdía Finlandia, Ucrania, los países bálticos y Polonia. Por otro lado, los Estados Unidos aportaron todo el material de guerra posible desde finales de 1917 y poco a poco irán torciendo la balanza a favor de las ofensivas aliadas en medio de la brutal guerra de trincheras. Tras 4 sangrientos años de guerra, la intervención estadounidense quebrará sin dudas el curso de la guerra y hará colapsar al Imperio Alemán poniendo fin al conflicto en 1918. Los nacionalistas alemanes hablaron de una derrota sin derrotas, es decir, de una guerra que acababa sin una derrota clara de Alemania (esto crearía años más tarde la ‘teoría de la puñalada por la espalda’, es decir de sectores vinculados al poder alemán que negociaron la derrota y entregaron a sus hombres así como al pueblo alemán a la humillación que vendría). La guerra le costaría al mundo más de 18 millones de vidas y dejando cientos de miles de personas incapacitadas de alguna parte de su cuerpo. La contienda fue clave para la geopolítica global: Alemania fue humillada en 1919 en el Tratado de Versalles donde perdió todas sus colonias, vio partidos sus territorios y millones de alemanes quedaron en nuevos países (todo esto acordado en Versalles en 1919), dando puntapié al revanchismo alemán. A esto se sumaría la reducción del ejército, los embargos materiales y las incalculables deudas a pagar por “daños” hechos. Rusia pese a ser aliada, sufrió su revolución interna en 1917 y fue humillada en 1918 en el tratado mencionado anteriormente mientras tanto afrontaban una guerra civil brutal que no tardaría en llevar a la conformación de la Unión Sovietica, el primer Estado socialista del mundo, y que seria actor clave durante el resto del siglo. El Imperio Otomano no tardaría en colapsar tras acuerdos que llevarían a la fragmentación del imperio en múltiples espacios destinados a colonias europeas (en especial Gran Bretaña y Francia), aunque las potencias occidentales miraron para otro lado sobre el brutal genocidio turco sobre la población armenia entre 1915 y 1919. El Imperio Austrohúngaro explotó en mil pedazos y surgieron más de 7 estados nuevos (su desintegración quedó acordada en el tratado de Saint Germain). Del lado de los “ganadores”, el Imperio Británico obtendría su triunfo moral pero su hegemonía comenzaría una lenta decadencia a manos de quien los socorrió en 1917, los Estados Unidos. Francia salió fortalecida y obtuvo su venganza tras la derrota de 1871 aunque el costo económico sería enorme; Italia no obtuvo reconocimiento alguno y quedó marginada dando origen al nacionalismo revanchista que tomaría forma gracias al naciente fascismo; Japón quien había detenido barcos alemanes en el Pacifico también fue ignorado y dará origen a la política de “odio” hacia Occidente capitalizada al máximo desde la década de 1930. Por último, el gran vencedor sería Estados Unidos que se catapultaría como potencia global al no haber tenido pérdidas materiales, triplicado su producción y que por los próximos años viviría los “Dulces años 20”, aunque el ocaso económico no tardaría en llegar, solo una decada después (1929).
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