La leyenda del tiempo. Federico García Lorca.

 


 El sueño va sobre el tiempo

flotando como un velero.

Nadie puede abrir semillas

en el corazón del sueño.


(¡Ay, cómo canta el alba, cómo canta!

¡Qué témpanos de hielo azul levanta!)


El tiempo va sobre el sueño

hundido hasta los cabellos.

Ayer y mañana comen

oscuras flores de duelo.


(¡Ay, cómo canta la noche, cómo canta!

¡Qué espesura de anémonas levanta!)


Sobre la misma columna,

abrazados sueño y tiempo,

cruza el gemido del niño,

la lengua rota del viejo.


(¡Ay, cómo canta el alba, cómo canta!

¡Qué espesura de anémonas levanta!)


Y si el sueño finge muros

en la llanura del tiempo,

el tiempo le hace creer

que nace en aquel momento.


(¡Ay, cómo canta la noche, cómo canta!

¡Qué témpanos de hielo azul levanta!)


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