La bruja caníbal que inspiró el cuento de Hansel y Gretel


«Cuando uno caía en su poder, lo mataba, lo guisaba y se lo comía; esto era para ella un gran banquete».

De ella se dice que es una especie de mujer vampiro que habita en la profundidad de los bosques de la región bretona de Francia. Su alimento predilecto, por encima de cualquier otra cosa, es la sangre y la carne de los niños, le resultan un banquete sumamente apetitoso.

Las leyendas medievales la llamaban Groac'h y su apariencia difiere de una fuente a otra: a veces se les describe como una mujer joven y seductora con apariencia de hada que rapta a los niños perdidos en los bosques. Otras la describen como una anciana solitaria que habita igualmente en las profundidades oscuras del bosque y atrae a los infantes hasta su morada mediante regalos para ganarse su confianza. En ambos casos, el fin es el mismo: matarlos, devorarlos y sorber su inocente sangre.

Es la última apariencia la que Jacob y Wilhelm Grimm eligieron en 1857 para construir el personaje de la anciana caníbal de su célebre y terrorífico cuento “Hansel y Gretel”. Quizás a la luz de tu lámpara de noche y bajo el abrigo del silencio de tu casa te hayas entregado a la lectura de este relato sobre dos hermanitos abandonados a su suerte en medio del bosque por culpa de su malvada madrastra.

Cuando los niños se ven imposibilitados de dar con el camino de vuelta a casa se topan con una extraña casita que «estaba hecha de pan y cubierta de bizcocho, y las ventanas eran de puro azúcar». Es en esta casa donde habita una viejecita con hábitos alimenticios aterradores.

Como la brujaGroac'h, la anciana se gana la confianza de los pequeños quienes creen por un momento que a su lado estarán a salvo. Jacob y Wilhelm Grimm describen de la siguiente manera a la antropófaga: «La vieja aparentaba ser muy buena y amable, pero en realidad era una bruja malvada que acechaba a los niños para cazarlos, y había construido la casita de pan con el único objeto de atraerlos».

«Cuando uno caía en su poder, lo mataba, lo guisaba y se lo comía; esto era para ella un gran banquete. Las brujas tienen los ojos rojizos y son muy cortas de vista; pero, en cambio, su olfato es muy fino, como el de los animales, por lo que desde muy lejos ventean la presencia de las personas».

La leyenda de la Groac'h, como muchos cuentos infantiles o leyendas sobrenaturales dirigidas a un público muy joven, tiene mucho de aleccionador: la prohibición a los niños de pisar los terrenos peligrosos del bosque, a menos que quieran vérselas con seres dañinos.

Otras fuentes relatan que este ser sobrenatural habitaba en la Isla de Lok, un sitio embrujado lleno de podredumbre y oscuridad donde habitaban alimañas en regiones pantanosas en las cuales la luz del sol no penetraba a menudo. Eran pocos los que se atrevían a viajar hacia este territorio y los que lo hacían no regresaban para contar su aventura. O tal vez salían con vida, pero pagando un precio muy caro...

Houran Pogamm fue uno de los pocos valientes que le plantó cara a Groac'h: viajó hasta la Isla de Lok en compañía de su amante Bellah Postik, con quien deseaba casarse. Para ello, Pogamm pensaba robar el tesoro de la bruja y con ello tener el dinero suficiente para vivir una existencia cómoda al lado de su amor.

Groac´h se dio cuenta de la presencia de los amantes en su territorio y cuando se disponía a atacar y acabar con la vida del muchacho, Bellah, que se distinguía por ser una audaz cazadora en su pueblo, atrapó a la mujer con una red especialmente confeccionada para ello. Los amantes saquearon el tesoro de la mujer vampiro y caníbal y regresaron a su lugar de origen.

Sin embargo, la maldición de la Groac'h estaba echada y tres días después Houran Pogamm reapareció en la isla llevando en sus brazos el cuerpo de la fallecida Bellah Postik, quien había muerto a causa del veneno psíquico del ser malvado a quien habían osado provocar.

Jacob y Wilhelm Grimm se basaron en ciertos rasgos de esta leyenda europea para construir un relato que también bebe de un hecho en este caso real: la gran hambruna vivida en Alemania y el resto de Europa del Norte durante 1315 y 1321. Al no tener con qué alimentar a sus hijos, muchas familias preferían deshacerse de ellos abandonándolos sin misericordia en el bosque.

De aquí parte el relato en sus primeras líneas:

«-¿Qué va a ser de nosotros? ¿Cómo alimentar a los pobres pequeños, puesto que nada nos queda?

-Se me ocurre una cosa -respondió ella-. Mañana, de madrugada, nos llevaremos a los niños a lo más espeso del bosque. Les encenderemos un fuego, les daremos un pedacito de pan y luego los dejaremos solos para ir a nuestro trabajo. Como no sabrán encontrar el camino de vuelta, nos libraremos de ellos».

El horror central del cuento de los hermanos Grimm se divide en dos partes: por un lado, el retrato sobre los horrores que los padres son capaces de cometer hacia sus hijos, y en segundo término, el mal que se oculta en lo desconocido y en lo aparentemente inofensivo, pues ¿quién podría pensar que una viaje casi ciega y desdentada que vive sola en una cabaña en medio del bosque se alimente de inocentes niños extraviados?

Cuando pensamos en literatura de terror de inmediato se nos vienen a la mente nombres y apellidos clásicos como Edgar Allan Poe, Robert Bloch, H.P Lovecraft, Ramsey Campbell, Peter Straub, Clive Barker o Stephen King. Pero a esta lista de celebridades habría que añadir los nombres de Jacob y Wilhelm Grimm como uno de los tempranos representantes de la literatura de horror, pues su imaginación para componer sus célebres cuentos de hadas era bastante macabra.

Fuente

Bane, Theresa. Encyclopedia of Vampire Mythology. McFarland and Company Inc. 1969


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