Una mañana en urgencias.
Quiero compartir una vivencia que tuve ayer por lo emotiva que fue para mí y por la situación que observe y comprobé en un hospital en urgencias. Por una dolencia que arrastro hace días, y por el miedo a un contagio de Covid, he aguantado lo que pude, y ayer después de una malísima noche, fue ese “”lo que pude” y fui a urgencias por la mañana ”. El hospital estaba bien organizado tocante a la separación de seguridad, me tomaron la temperatura nada más llegar, el celador estuvo atento y agradable a pesar de ser domingo y estar urgencias saturada. Como estuve esperando más de 5 horas en traumatología, vi de todo y evalué mas de lo que debía ya que soy sanitaria. Tantas horas y con un dolor lacerante dan para mucho... la gente se quejaba de que había pocos médicos ateniendo, no era cierto, lo que había era poco espacio para tantos pacientes, y como le dije a una sra que no paraba de quejarse que ella llevaba mas tiempo allí y que otros que iban llegando, pasaban antes a consulta, le aclaré que atienden según gravedad de los que llegan. Eso era digno de ver, parecía estaban todos los de la sala de espera que alguien se quejase en voz alta del tiempo que llevaban allí para que como resortes, todos apoyaran esa iniciativa, poniendo a los médicos de incompetentes para arriba. El personal médico iba y venia de un lado a otro según sus funciones, la gente sin tener ni idea juzgaban, ejemplo, la consulta donde me atendieron, la enfermera iba y venia de farmacia a coger según que fármaco determinaba el médico que necesitaba, comentario, “es que lleva toda la mañana de arriba abajo paseando”... carteles de por favor guarden silencio... creo no los verían bien, aquello era un corral de gallinas, había pacientes, no era un cumpleaños ni una fiesta donde se va a pasarlo bien, el ruido molesta a muchos y más que por dolor o preocupación, los que están allí están mas sensibles. Entré a la consulta, la doctora que me atendió, di las ya buenas tardes, me preguntó mi motivo de consulta y tal, lo habitual, y entre pregunta y pregunta se fue comentando como iba aquello un domingo... la mujer se vino abajo y me confesó que llevaba 27 años en la profesión y que andaba pensado en dejarla porque no podía más, que quitando a la paciente que entro antes que yo y yo misma, nadie había sido ya no amable, sino educada con ella, que llevaba toda la mañana aguantando insultos y malos modos por la tardanza, en fin que se desahogó un buen rato y hasta se disculpo por ello, le dije que no tenia mas importancia, que he convivido con médicos a nivel personal y sé lo que hay, y que son humanos también, y que era bueno hiciese eso. Trabajan muchas horas, a destajo, deben hacer bien su trabajo, con un riesgo hoy en día tremendo, los celadores tuvieron que pedir delante mía a 4 inconscientes que se subieran la mascarilla y varias llamadas de atención por diferentes causas...yo hace muchos años que no ejerzo, pero me atrevo a decir que vamos para atrás, ni pensar que el personal medico son como semi dioses aunque aun hay quien entre ellos se lo creen, ni tampoco están ahí para que se les pisotee y mangoneen, deben hacer su trabajo, redactar informes, atender y avaluar lo que tiene el paciente y eso, lleva trabajo y tiempo, dejemos de tocar los cojones cuando vamos a urgencias y vayamos mas a votar a quienes no nos roben en sanidad. Por cierto, la doctora que me atendió, de una profesionalidad y calidad humana como ya echaba de menos hace mucho, eso cura mas que todas las medicinas juntas. ana orny
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