Lo que nos ocultan los cuentos clásicos... Halloween
-Los besos del príncipe no lograron despertar a Blancanieves de su sueño cataléptico. Pero sí se despertó cuando él empezó a arrancarle los dientes.
-Antes de ir a la compra, la Mamá Cabra les dijo a sus siete cabritillos que mantuvieran la puerta bien cerrada, para que no entrara el lobo. Pero no les dijo nada de la ventana, ignorando que lo que rondaba por allí no era un lobo, sino un mono asesino.
-El lobo sopló tan fuerte que consiguió derribar las paredes de la casa donde se habían refugiado los tres cerditos. Pero perdió el apetito cuando vio algo que hasta entonces los ladrillos habían ocultado: un cadáver putrefacto con un gato negro sobre su cabeza.
-Y el flautista de Hamelín tenía que venir a Toledo precisamente hoy… justo cuando las ratas estaban a punto de roer las cuerdas que me atan al potro de la tortura.
-Ustedes me llaman loca, pero dejarán de hacerlo cuando sepan con cuánta inteligencia planeé el asesinato. Llevé una cesta para guardar el cuchillo y me vestí de rojo, para que no se notaran las salpicaduras de sangre. Oculté el cadáver bajo el entarimado de la habitación y salí de la casita dejando la puerta abierta, para que todos pensaran que había sido un lobo el asesino de mi abuelita.
-La sirenita vio al príncipe sobre la cubierta de un barco y se enamoró perdidamente de él, hasta el punto de que le pidió a la bruja del mar que la convirtiera en humana, para así poder vivir en tierra firme con su amado. Pero, cuando llegó a tierra, la recién transformada sirenita se llevó un chasco: el barco que había visto navegaba a la deriva y poco después los marineros, faltos de comida, habían devorado al príncipe.
-Un príncipe deambulaba por su reino, intentando olvidar la muerte de su amada Ligeia. Vio a Rapunzel en el balcón de la torre donde vivía encerrada y se enamoró de ella al instante. Como la puerta estaba cerrada, le pidió a Rapunzel que le arrojara sus largos cabellos y empezó a trepar por ellos. Pero, cuando el príncipe estaba subiendo al balcón, el espíritu de Ligeia penetró en Rapunzel, que empezó a adquirir los rasgos de la difunta. Por ejemplo, sus largos cabellos rubios se volvieron negros (y mucho más cortos, lo cual tuvo fatales consecuencias para el príncipe trepador).
-Bella se enamoró de Bestia y eran muy felices en el castillo encantado. Pero Gaston, celoso y envidioso, le envió una carta a su primo Augusto Dupin, de París. “Casualmente”, poco después la policía arrestó a Bestia como principal sospechoso de los crímenes de la Rue Morgue, que ningún ser humano hubiera podido cometer.
-Cuando la Bella Durmiente se despertó, el Príncipe Azul contempló, horrorizado, cómo su cuerpo se corrompía rápidamente, hasta convertirse en una masa de aborrecible y semilíquida podredumbre.
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