La Tristeza y la Furia .

Un día de verano muy caluroso iba la tristeza por un camino. A un lado vio que había un lago y decidió bañarse para sacarse de encima la sensación de calor. Dejó sus ropas junto a éste y se metió en el agua. La casualidad quiso que la rabia pasara justo en ese momento por ahí. Viendo tan a gustito a la tristeza nadando, decidió darse un baño ella también. Por ello, dejó sus vestidos al lado de los de la tristeza. Estaban las dos en el agua disfrutando del momento, cuando unos truenos empezaron a sonar y unos relámpagos aparecieron en el cielo.”- ¡Vaya tormenta se avecina!- dijo la tristeza-.Me voy a ir corriendo. No me gustaría que me pillara en el camino.” “Creo que voy a hacer lo mismo”, respondió la rabia.

Las dos salieron precipitadamente, tomaron sus ropas corriendo y se fueron en direcciones opuestas. La tristeza empezó a vestirse mientras caminaba. “Esta no es mi vestimenta. He cogido el ropaje de la rabia” se percató. Lo mismo le sucedió a la rabia. Y desde entonces, cuando uno se encuentra con la rabia, debajo está la tristeza. Y cuando uno se encuentra con la tristeza en realidad habla con la rabia...

Jorge Bucay


Nota: Aristóteles decía: “Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno. Con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo”. AnA OrnY

Comentarios