La Bella Otero.

En 1868 nació en un pueblo de Galicia la que con el tiempo se convertiría en la primera española que llegó a ser una estrella internacional: la Bella Otero. A los diez años, después de ser violada, huyó del pueblo para siempre y entró en una compañía de cómicos portugueses. Allí comenzó su camino para convertirse en una gran estrella en Francia, donde se hizo pasar por andaluz (de Cádiz, para más señas) para resultar mucho más exótica. Como la mayoría de las artistas de la época compatibilizaba su carrera artística con la de cortesana (prostituta de lujo) sin ningún problema, llegando a ser amante de Guillermo II de Alemania, Nicolás II de Rusia, Leopoldo II de Bélgica, Alfonso XIII de España, Eduardo VII del Reino Unido... ganando así una inmensa fortuna que dilapidó en los casinos de Niza y Montecarlo. Murió muchos años después, en 1965, completamente arruinada y viviendo de una pensión que el casino de Montecarlo le pasaba en agradecimiento a los millones y millones de francos que gastó allí en sus años de esplendor.

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