HIGOS: NO SON FRUTOS, LO SABÍAN?

 




Un higo no es cualquier fruta

De hecho, ni siquiera es una fruta.

Estrictamente los higos son flores invertidas.

Las higueras no florecen de la misma forma que otros árboles frutales hacen como almendros o cerezos.

Los higos tienen una historia muy curiosa.

Primero, técnicamente no son fruta, sino una infrutescencia (un conjunto de frutos).

Y segundo que necesitan una avispa sacrificada para reproducirse, insecto que muere dentro del higo.

En palabras simples los higos son una especie de flores invertidas que florecen dentro de esta gran vaina oscura con tonos rojizo que conocemos como higo.

Cada flor produce un único fruto de cáscara y una única semilla llamada ′′ aquenio ".

El higo está formado por varios aquenios, lo que le dan esa textura crujiente tan característica.

Así que cuando comemos un higo, estamos comiendo cientos de frutos.

Pero lo más increíble es el proceso de polinización especial que las flores del higo necesitan para reproducirse.

Ellas no pueden depender de que el viento o las abejas los hagan llegar el polen como otros frutos por lo que necesitan una especie conocida como avispas de higos.

Estos insectos transportan su material genético y permiten su reproducción.

Por su parte, las avispas no podrían vivir sin los higos, pues depositan sus larvas en el interior de la fruta. Esta relación se conoce como simbiosis o mutualismo.

Actualmente, la gran mayoría de los productores de este fruto ya no necesitan el trabajo de avispas. La mayoría de las variedades de higo de consumo humano son partenogenéticas.

Eso significa que siempre dan fruto en ausencia de polinizador.










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