FELIZ SAMAÍN.


 En estos momentos, la línea que separa el mundo de los vivos y el de los muertos, se ha vuelto difusa, imperceptible y los espíritus de aquellos que se marcharon, cruzarán a este lado, nostálgicos de los asuntos de los vivos. Las almas errantes tratarán en esta noche de completar el tránsito para descansar y desde los ojos de los gatos, aquellos que ya no están y te quieren, se asoman a mirarte. Es momento de poner una luz en la ventana para guiar a aquellos que vagan, enseñándoles el camino a tu casa y ofrecer agua y comida a quienes sienten y sentirán sed y hambre por toda la eternidad.

Hoy tus ancestros se asoman a la sima insondable para sentirse orgullosos de ti y brindar contigo a través de las verdes praderas eternas.

Es momento de honrar y recordar a aquellos gracias a los que por lo que ellos fueron hoy somos y de beber, reir y compartir la alegria de que por unos breves momentos, de alguna manera, ellos a un lado y nosotros al otro, volvemos a estar juntos de nuevo.

Sed felices y haced el amor como si no hubiera mañana, porque nada ni nadie puede aseguraros que en verdad lo haya. Disfruta el momento.

FELIZ SAMAÍN, hermano o hermana.

Que la noche te sonría y recuerda hoy más que nunca, que no hay por que temerle a la oscuridad.


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