Mis experiencias.

 

Las cosas solo son cosas que me han ayudado en ciertos momentos a que el pasaje por una situación sea mas fácil. Solo se trataba de eso, de facilidad, no de necesidad.

Las cosas son reemplazables, en realidad todo es reemplazable ya que nada ni nadie es imprescindible.

Nuestros seres queridos no son “nuestros” tampoco. Ellos están aquí para darnos a conocer nuestro propio yo, que está constituido de sentimientos.

Nuestros seres queridos, ellos solo nos van a ayudar a conocernos, eso es todo, a conocer el amor, el odio, el rencor, la empatía, nuestra agresividad o lasitud… todos esos sentimientos y emociones que están en nosotros y que no conocemos o evitamos conocer.

Traje al mundo a mis hijos sin saber que era para que me mostraran el amor infinito e incondicional que puede albergar nuestro corazón; hasta que punto desafiamos los limites para que ellos estén bien, que no les falte de nada, que sean felices, para enseñarme lo poderosos que somos cuando estamos empujados hacia un precipicio…. Y saltamos…. Y ganamos.

Conocí a mi pareja, compartimos momentos llenos de sentimientos, ni buenos ni malos, solo sentimientos y emociones: la posesión, los celos, la desilusión… pero también el amor, la pasión; las risas que salen del estómago, compartir… y el llanto que brota del alma cuando descubres que él tampoco era mío.

Todas esas personas que han pasado por mi vida no han sido mías, han pasado por ella para levantar y despertar el conocimiento y aprendizaje de mí misma.

Todas esas cosas que he tenido, que he perdido, que tengo y que perderé, que están ahí y han estado, ha sido para enseñarme que todo es pasajero, que están ahí porque tienen una misión y una vez la misión esta cumplida deber desaparecer de nuestra vida.

Nada es eterno salvo los sentimientos, eso que no se ve, pero que deja en nosotros una profunda huella, un profundo hoyo donde nosotros decidimos que plantar, que semilla poner y que crezca, dándonos lo suficiente para que cuando viajemos por nuestros recuerdos, solo consiga poner una sonrisa de gratitud en nuestra boca.

Carmen Guerrero


Comentarios

Publicar un comentario