Minoría peligrosa.


 "El problema es que se ha conseguido implantar en la cabeza de mucha gente que el interés de los dueños de las grandes compañías y fondos de inversión es lo mismo que el interés general", explica la antropóloga, ingeniera y educadora Yayo Herrero. Un sector privilegiado cada vez más pequeño que va generando un proceso de expulsión de muchísimas más personas a los márgenes o, directamente, a la muerte. Todo para obtener los mayores beneficios en un sistema económico que ya no satisface necesidades, y es cada vez más nociva para la salud.

Al mismo tiempo, es la economía "reproductiva", la de los cuidados, la que ha aumentado considerablemente. Criar, asistir, limpiar, cocinar... Pertenecen a los llamados trabajos de la "economía informal" y son los más invisibilizados y precarizados. Aunque ahora más que nunca, se han visto esenciales, junto con otros trabajos (basureros, mecánicos, músicos...)
Es necesaria una economía que trabaje para el bienestar de las personas, para todas las experiencias humanas, con su espacio y su finitud y vulnerabilidad. Para una biosfera habitable como base de la vida. Es la precondición de que los seres humanos tengamos una vida que no se prolongue en el shock, en la excepcionalidad, en la liminaridad... sino una vida plena, que merezca ser vivida.
vía; Una Antropologa En la Luna

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