Matt Dixon.

En palabras propias del artista: Soy un ilustrador autónomo ocupado que trabaja en la industria de los juegos. Cuando no estoy pintando duendes enojados o extrañas babosas alienígenas, podrías pensar que me gustaría alejarme de la computadora, pero no. Cuando llega el momento de relajarme, nada calma mi mente y calma mis nervios como refugiarme en el mundo de mis robots.

Hay algo muy relajante en perderme en estas pinturas. Rara vez se planifican. Cuando estoy de humor, me siento y parecen suceder. Es en parte por eso que llamé a mi primer libro que recopila esta obra de arte 'Transmisiones', ya que las imágenes a veces se sienten como si hubieran sido transmitidas a mi cerebro desde otro lugar.

Más gratificante que el proceso de pintura en sí es experimentar la reacción que atraen estas pinturas. Algunos de ellos evocan las respuestas y emociones más maravillosas, a menudo bastante diferentes a las que había planeado. La gente a menudo los describe como tristes. Realmente no los veo de esa manera. Quizás melancolía. Tal vez estén perdidos, pero los veo tratando de dar sentido a la silenciosa maravilla que los rodea. Creo que es algo con lo que todos podemos relacionarnos.