¡Genio!

El famoso escritor y dramaturgo Oscar Wilde se estaba muriendo aquejado de una meningitis en una habitación del Hotel D'Alsace en París. A pesar de encontrarse en la más absoluta miseria pudo darse un último lujo: una botella del mejor champagne. Mientras bebía exclamó "- Ay! estoy muriendo por encima de mis posibilidades"


Comentarios