EL ORIGINAL NIETZSCHE.

El 15 de octubre de 1844, en Röcken, Alemania actual; nacía Friedrich Nietzsche, el destacadísimo filósofo, poeta y filólogo clásico alemán que se convertiría en uno de los pensadores modernos más influyentes de la filosofía moderna y también uno de los más complejos de descifrar. Nacido en una familia de estabilidad económica, su abuelo y su padre fueron pastores protestantes, por lo que se educó desde siempre en un ambiente religioso al cual luego contestaría en sus amplias obras cuestionando ciertos aspectos de la religiosidad fanatizada. Tras estudiar filología clásica en las universidades de Bonn y Leipzig, con solo 24 años obtuvo la cátedra extraordinaria de la Universidad de Basilea aunque abandonó la docencia unos 5 años más tarde, decepcionado por el academicismo universitario que para él no indagaba sobre cuestiones problemáticas de su tiempo. 

Entrado en una vida solitaria comenzó a escribir y dedicó casi toda su vida a ello destacando ante todo como un feroz crítico de la cultura occidental, al considerar que su sentido ha sido siempre reprimir la vida (lo que el mismo denomina como “elemento dionisíaco”) en nombre del racionalismo y de la moral (como contrapartida, lo “apolíneo”). Fue un enorme estudioso de los filósofos antiguos del mundo griego y hasta orientales, pero también de los modernos como Kant, Hegel y Schopenhauer. La postura crítica de el con casi todos sus anteriores lo llevará a elaborar conceptos muy originales y propios que marcaran a fuego la historia de la filosofía moderna influyendo luego en los filósofos existencialistas, críticos, fenomenológicos, postestructuralistas y posmodernos. Realizó de esta forma una crítica exhaustiva de la cultura, la religión y la filosofía occidental en su totalidad, mediante la deconstrucción de los conceptos que las integran basada en el análisis de las actitudes morales hacia la vida. 

Aunque se lo reduce muchas veces a la frase “Dios ha muerto”, la obra de Nietzsche aunque cuestionada presenta elementos indudablemente originales y mucho más complejos que la frase en sí, sobre todo pensando en la sociedad conservadora de fines del siglo XIX. Meditó sobre las consecuencias del triunfo del secularismo de la Ilustración con la cual se enfrentó abiertamente y atacaría a la sociedad decadente de su tiempo, para anunciar la llegada de un superhombre, que no se trata de que éste posea en mayor grado la verdad sobre el mundo, sino que su forma de vivirlo contendría mayor valor y capacidad de riesgo. Sus obras “Más allá del bien y del mal”, “El Anticristo” y “Así habló Zaratustra” desarrollaron un lenguaje y una complejidad filosófica que difícilmente pudo ser superada, pero también lo han hecho estar distante del público general. La contracara de este personaje fue siempre su eterna soledad e incluso el fin de su amistad con el destacado músico Richard Wagner. Al día de la fecha, de acuerdo a la expresión del antropólogo francés Paul Ricoeur, es considerado uno de los tres “maestros de la sospecha” junto a Karl Marx y Sigmund Freud, puesto que cuestionaron el conjunto de la conciencia. Falleció en Weimar en 1900 a los 55 años

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