El mito de una voz.


María Callas

Nació en Nueva York, en 1923, de ancestros griegos; su vocación, un lugar común: ser la Soprano del siglo, o la Divina. Es decir, un mito. Y una fecha para siempre recordada, 16 de septiembre de 1977: muerte solitaria en su departamento parisino. 

Muchas veces los aficionados se han preguntado qué tenía la Callas para alcanzar tal fama, prestigio y popularidad a pesar de tener una voz ingrata y poco bella y una técnica menos sólida que la de otras aunque esto no deja de ser un tópico más pues sólo hay que escucharla en un recitativo para asombrarse de su técnica sin mencionar sus trémolos, escalas, ligados y otras fioriture de tal perfección en su instrumento. 

El mayor don de Callas se hallaba en su innata musicalidad que le permitía internarse instintivamente en el universo personal de cada compositor sin importar los defectos vocales en los que a veces incurría. Callas supo hacer de sus defectos sus mayores virtudes. Magnética en escena, no fue sólo una gran soprano con dotes vocales inusuales, sino también una gran actriz que supo encarnar sus personajes de un modo único.

Maria Callas llegó a lo más alto en cuatro grandes óperas que desde entonces se han visto a través de su figura, sin menosprecio de otras grandes sopranos. Cuatro grandes títulos a los que muy pocas han servido como ella: Norma, Tosca, Traviata y Lucia. Estos son los cuatro pilares sobre los que se asienta la fama de la Callas y sin ellos es probable que esta fama no fuera tan legendaria. Por ello, cualquier aficionado a la ópera que se precie, debe tener estos cuatro títulos por la Callas en su discoteca.



 La vida de María Callas tiene tanto de trágica como de cuento de hadas. Como nadie logró transformarse de una muchacha gorda y algo desgarbada en una mujer de belleza magnética y gran personalidad. Pero incluso cuando había comenzado la transformación, la tragedia de su vida ya se había iniciado. Esto acontecía en varios aspectos de su vida, como el eterno conflicto que tuvo con su madre, el largo y gradual desarrollo de su vida matrimonial, su relación profundamente emocional con su voz, la enorme dependencia de su relación con Onassis, y la amargura, el dolor y la humillación que le provocaron su abandono. Y en forma paralela, además de todas esas tragedias individuales, existieron luchas que nunca cesaron de luchar dentro de ella: la lucha entre la Callas y María, entre la leyenda y la mujer, entre la imagen y la realidad.

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Comentarios

  1. Preciosa voz , me ha encantao y mira que no he entendido ni papa, pero k voz más bonita y la masculina también 💞💞😘😘🌻🌻🌻🌻🌻🐝

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