Moralidad.


Actualmente, ella y yo entendemos que la más seria importancia es la cura de esa moralidad hipócrita, que pretende exclusivamente dar un color triunfante a todo lo que impide el progreso de los sentimientos personales y, por lo tanto, intenta intimidar espíritus y mentes llenos de veneración por lo que nos favorece placeres compartidos.
Así, como momentos de soledad son tolerables para ella, de hecho, a veces indispensables, para mí también es, quiero decir, es una victoria personal tener todo tipo de valores conflictivos dentro de mí, porque después de una extensa lucha interna, Realmente puedo saber dónde poner las manos o, mejor dicho, atreverse con los dedos donde su intimidad legitima su deliciosa feminidad.
Delirios Indómitos
Pintura: Milan Nenezic

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