LA BODA JUDÍA


Las bodas judías son unas bodas, como las hindúes de las que os hablamos en otro post, marcadas fuertemente por la tradición y de gran belleza y compromiso. ¡Hoy os explicaremos cómo se celebran las bodas por el rito de una de las religiones más antiguas de la historia!

En la antigüedad, las bodas por el rito judío se pactaban por las familias, es decir, eran los padres y los abuelos los que escogían los cónyuges, es de aquí que provienen las palabras jatán y kalá (novio y novia respectivamente) que en un origen significaban “yerno” y “nuera”.

La boda judía
Imagen vía: Oncewed

Los requisitos de una boda judía

Para que se celebre una boda judía es muy importante que ambos contrayentes sean de la religión judía o uno de ellos se convierta. Las mujeres sin embargo pueden casarse tanto con hombres judíos como no judíos, mientras que los hombres deben casarse siempre con mujeres judías.
El hombre debe haber hecho la ceremonia del Bar Mitzvá, ceremonia por la que entra en la comunidad judía adulta, y además la comunidad debe avalar el matrimonio.
Se necesitan las partidas de nacimiento y hacer una boda civil antes, ya que según la religión judía “la ley del país es la ley”.
Es preferible que la boda se celebre en el ciclo de luna nueva ya que augura prosperidad. Además esta religión prohíbe realizar bodas en días sagrados como el sabbath (sábado) y otros días festivos, además de en las 3 semanas posteriores al fin del verano.

Los pasos anteriores a la boda

El primer paso es la ceremonia Kabalat Parim, que consiste en que el novio y la novia no se vean durante la semana anterior a la boda, para aumentar la expectación. Durante esta semana, ambos recibirán en sus casas a familiares y amigos que cantarán y bailarán para ellos. Además, la novia tomará un  un baño purificante  que simboliza el renacimiento en una nueva persona. Con esto se da a entender que olvida todo lo que ha hecho mal en su vida de soltera y se purifica para su vida de casada, una vida de más importancia.
En un momento de este período, además, la madre y otras mujeres rompen un plato tirándolo contra el suelo. Esta práctica simboliza la seriedad del matrimonio, ya que igual que el plato, cuando se rompe, puede volverse a unir, pero nunca será como antes.

El día de la boda

En el día de la boda los novios deben ayunar. Por otra parte, el hombre lleva un manto blanco con flecos que simboliza la pureza sexual y la cabeza cubierta con la kippá. Ninguno de los dos lleva joyas u otros accesorios para simbolizar que su amor es por la persona, no por las posesiones, y así lo será siempre. Además ella lleva un velo que el novio deberá levantar (ceremonia de Badeken) para simbolizar la modestia y el amor por encima de las cosas superficiales.

La boda judía
Imagen vía: Oncewed

En el momento del inicio de la celebración, los novios entran a la sinagoga o al recinto abierto (los recintos abiertos simbolizan la bendición que Dios les ha dado con la posibilidad de tener hijos) acompañados de sus padres y los dos testigos (que no pueden ser familiares entre sí ni de los novios).
Allí se sitúan debajo de la huppá, un palio parecido a una tienda o carpa que representa la antigua casa de los judíos y que simboliza hospitalidad. Una vez juntos, la novia realiza siete  vueltas alrededor del novio y se sitúa a su derecha. Así como Dios creó el mundo en siete días, ella construye las paredes de su hogar y de su vida alrededor de su futuro marido.

La boda judía
Imagen: Kevin Weinstein Photography
Vía: Junebug Weddings

Una vez situados el rabino hace siete bendiciones sobre una copa de vino de la que beberán tanto él como los novios. Este paso representa la santificación del hombre y la mujer, pero es un rito que expone que aún son novios.
Entonces llega la hora de la entrega del anillo por parte del hombre a la mujer. El anillo debe no tener ornamentaciones, sino que debe ser sencillo y liso para significar la sencilla belleza del matrimonio y un compromiso real, profundo y desinteresado. Al entregar el anillo el hombre recita unas palabras de toma a la esposa y le entrega éste, que simboliza, a parte de sencillez, que el matrimonio no tiene principio ni fin.

La boda judía
Imagen: Adam Nyholt
Vía: Junebug Weddings
En este momento la pareja podría considerarse ya casada, sin embargo hay un paso que lo justifica totalmente. Después de la entrega del anillo, se procede a la lectura y firma de la ketubbá, una lista de obligaciones y derechos de la pareja. El hombre debe velar, proteger y garantizar una vida plena a su mujer haciendo que no le falte atención ni lo necesario, y la mujer se compromete a ser una compañera fiel y a apoyarlo siempre.
Es en este momento cuando el rito se ha separado en dos y ya son pareja, es decir, los ritos anteriores a este eran parte aún del noviazgo, pero ahora ya son marido y mujer. El rabino, entonces, vuelve a hacer nuevas bendiciones sobre otra copa de cristal llena de vino, que esta vez ya forma parte de su vida como pareja y de ella vuelven a beber todos.

La boda judía
Imagen: Ira Lippke Studios
Vía: Junebug Weddings
Es aquí cuando llega uno de los momentos más característicos de las bodas judías, romper la copa. El novio deberá romper con el pie derecho la copa que ha simbolizado la unión y esto tiene diferentes significados. El primero y más importante, es que el romper la copa recuerda la tristeza por la destrucción del templo de Jerusalén, y explica que todo judío debe tenerlo siempre en mente, tener siempre consigo las obligaciones religiosas y que un momento tan feliz como el matrimonio no las puede eclipsar.

La boda judía
Imagen: Merri Cyr Weddings
Vía: Junebug Weddings
El segundo significado es, según la religión judía, una analogía de lo que sucedió antes de que ellos llegaran a  esta vida. Según la leyenda, ambos cónyuges eran una sola alma antes de entrar en este mundo, pero Dios los separó, rompiendo esta alma en dos. Estas dos almas, por lo tanto tendrán la misión de encontrarse. Esa separación fue dolorosa, porque de una cosa plena se hicieron dos partes incompletas, sin embargo, deberieron vivir juntas y solas para madurar, crecer y desarrollarse como individuos.  Al juntarse, las dos almas forman una de nivel más alto y profundo y no se podrán romper nunca más (la copa es por esto, el símbolo de que a partir de ese momento, lo único que se romperá será esa copa).

Después de la boda

Ahora que los novios ya son una pareja ante Dios, son conducidos a una habitación privada donde realizaran el Yijud. Esto consiste en pasar un rato juntos y solos, y aquí rompen el ayuno provando una copiosa comida. Fuera, los invitados esperan hasta que los novios decidan salir. Entonces celebrarán una divertida comida con baile y música (que puede extenderse durante algunos días). Es aquí cuando se da paso a otra tradición característica de estas bodas, el alzamiento de la pareja en sillas. Esta tradición parece tener origen en que en la antigüedad era así como se llevaba a las personas importantes como a  los reyes, alzadas en tronos.

La boda judía
Imagen: Kimberly Jarman Photography
Vía: Junebug Weddings

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