Día de la mujer.



A aquella que moldea el futuro de sus hijos todos los días, con sus manos prodigiosas, a la que conjuga en cada gesto alegría y ternura, a la que brinda el calor de su pecho y el alimento en el momento justo, a la que vive todo el tiempo en la disyuntiva de ser o ayudar a ser al otro. En fin a todas, ya que sostienen el hilo invisible de la vida con sus risas y sus lágrimas.

El Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) es una fecha que conmemora las instancias ganadas en materia de igualdad de género y las que aun se reclaman. Fecha reconocida internacionalmente y por Naciones Unidas, fecha en que el mundo entero se une con un objetivo en común, entendiendo que en el pleno reconocimiento de la mujer se encuentra una de los aspectos fundamentales del avance de la humanidad. Cuando las mujeres de todos los continentes, a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, se unen para celebrar su día, pueden contemplar una tradición de no menos de noventa años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.

El Día Internacional de la Mujer se conmemora desde el 19 de Marzo de 1911.

Diversos hitos que antecedieron y otros que sucedieron a este de 1911 terminarían marcando el 8 de Marzo como el día para conmemorar las conquistas ganadas y aquellas que aun se reclaman.

Sus antecedentes se remontan a antaño cuando Lisistrata en Grecia emprendió una huelga sexual en Grecia contra los hombres para poner fin a la guerra. Centurias después, a fines del siglo XIX, en plena revolución industrial y durante el auge del movimiento obrero surge la idea de un día internacional de la mujer, en pleno contexto del lema imperante de la revolución francesa: “libertad, igualdad y fraternidad”.

Finalmente en 1910 se proclama el Día Internacional de la Mujer, celebrado por primera vez al año siguiente - en 1911- en algunos países de Europa.

Alrededor de este año trabajadoras neoyorquinas reclaman mejoras laborales y muchas mueren en el incendio de una fábrica. Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre.

La lucha por alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres no ha terminado todavía. De los mil millones de personas más pobres del planeta, las tres quintas partes son mujeres y niñas (unos 600 millones). Más de la mitad de los menores no escolarizados son de sexo femenino, como lo son también dos tercios de los 759 millones de personas analfabetas (más de 500 millones). En las esferas donde se adoptan las decisiones políticas, las mujeres están subrepresentadas. Además, suelen estar relegadas a empleos mal remunerados y precarios; son más vulnerables en los periodos de crisis económica y financiera y se encuentran más expuestas a la violencia en caso de conflicto armado.

Por eso, es que en el día de la mujer las palabras del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se transforman en un mandato para toda sociedad: “La igualdad de las mujeres y las niñas constituye también un imperativo económico y social. Hasta que no se logre liberar a las mujeres y las niñas de la pobreza y la injusticia, todos nuestros objetivos %u2014la paz, la seguridad, el desarrollo sostenible%u2014 correrán peligro.”


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