Aprendí.

Aprendí que pase lo que pase,
o como hoy parece insoportablemente feo, la
vida siempre continúa y mañana será mejor.

Aprendí que se puede entender a muchas personas por la forma en que tratan estas tres cosas: un día lluvioso, la pérdida de equipaje, la maraña de luces de los árboles de Navidad.

He aprendido, independientemente de la relación que tengamos con nuestros padres, que los extrañaremos cuando salgan de nuestras vidas.

Aprendí que simplemente sobrevivir es diferente de vivir.
Aprendí que la vida a veces permite una segunda oportunidad.

Aprendí que no puedes enfrentar la vida con guantes de béisbol en ambas manos: siempre debes tirar algo a la espalda.

Aprendí que cada vez que tomo una decisión desde el corazón, generalmente tomo la decisión correcta.

Aprendí que incluso cuando tengo sufrimiento no tengo que estar sufriendo.

Aprendí que todos los días debes salir y contactar a alguien.

A la gente realmente le gusta un abrazo, o incluso solo una palmada en la espalda.

Aprendí que todavía tengo mucho que aprender.

Aprendí que la gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste,
pero nunca olvidará cómo los hiciste sentir.

Maya Angelou