Kubla Khan o la Visión de un Sueño

Llevado por la lectura de  y su maravilloso texto "El sueño de Coleridge" de Otras inquisiciones (1952), terminé descubriendo el placer de este enorme poema: 

Kubla Khan o la Visión de un Sueño

En Xanadú, Kubla Khan 
mandó que levantaran su cúpula señera: 
allí donde discurre Alfa, el río sagrado, 
por cavernas que nunca ha sondeado el hombre, 
hacia una mar que el sol no alcanza nunca. 
Dos veces cinco millas de tierra muy feraz 
ciñeron de altas torres y murallas: 
y había allí jardines con  de arroyuelos, 
donde, abundoso, el árbol de incienso florecía, 
y bosques viejos como las colinas 
cercando los rincones de verde soleado. 

¡Oh sima de misterio, que se abría 
bajo la verde loma, cruzando entre los cedros! 
Era un lugar salvaje, tan sacro y hechizado 
como el que frecuentara, bajo menguante luna, 
una , gimiendo de amor por un espíritu. 
Y del abismo hirviente y con fragores 
sin fin, cual si la tierra jadeara, 
hízose que brotara un agua caudalosa, 
entre cuyo manar veloz e intermitente 
se enlazaban fragmentos enormes, a manera 
de granizo o de mieses que el trillador separa: 
y en medio de las rocas danzantes, para siempre, 
lanzóse el sacro río. 
Cinco millas de sierpe, como en un laberinto, 
siguió el sagrado río por valles y collados, 
hacia aquellas cavernas que no ha medido el hombre, 
y hundióse con fragor en una mar sin vida: 
y en medio del estruendo, oyó Kubla, lejanas, 
las voces de otros tiempos, augurio de la guerra. 

La sombra de la cúpula deliciosa flotaba 
encima de las ondas, 
y allí se oía aquel rumor mezclado 
del agua y las cavernas. 
¡Oh, singular, maravillosa fábrica: 
sobre heladas cavernas la cúpula de sol! 

Un día, en mis ensueños, 
una joven con un salterio aparecía 
llegaba de Abisinia esa doncella 
y pulsaba el salterio; 
cantando las montañas de Aboré. 
Si revivir lograra en mis entrañas 
su música y su canto, 
tal fuera mi delicia, 
que con la melodía potente y sostenida 
alzaría en el aire aquella cúpula, 
la cúpula de sol y las cuevas de hielo. 
Y cuantos me escucharan las verían 
y todos clamarían: «¡Deteneos! 
¡Ved sus ojos de llama y su cabello loco! 
Tres círculos trazados en torno suyo 
y los ojos cerrad con miedo sacro, 
pues se nutrió con néctar de las flores 
y la leche probó del Paraíso». 

Versión de Màrie Montand 


Borges cuenta la historia detrás de éste hermoso poema: 

"El fragmento lírico Kubla Khan (cincuenta y tantos versos rimados e irregulares, de prosodia exquisita) fue soñado por el poeta inglés Samuel Taylor Coleridge, en uno de los días del verano de 1797." 

"Coleridge escribe que se había retirado a una granja en el confín de Exmoor; una indisposición lo obligó a tomar un hipnótico; el sueño lo venció momentos después de la lectura de un pasaje de Purchas, que refiere la edificación de un palacio por Kublai Khan, el emperadar cuya fama occidental labró Marco Polo."
 

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