El Karma
¿Qué es en realidad la Ley del Karma?
La ley del Karma
La Ley del Karma se basa en el enunciado físico y metafísico que nos enseña como “toda causa tiene su efecto y viceversa”. Cualquier hecho que hacemos echa a andar toda una cadena de eventos, que pueden dar resultados positivos, o negativos.
Volviendo al tema: el karma no es bueno ni malo, es un resultado. Por eso se genera buen karma cuando hacemos cosas que podríamos calificar de “buenas o positivas” y generamos mal karma al hacer lo contrario.
Lo "bueno" y lo "malo"
Existe mucha confusión con los conceptos de bueno y malo y la gente tiende a identificarlos con costumbres, leyes, hábitos morales o sociales, étnicos, etc., lo cual es muy enredado y no conduce a nada claro. Te dicen “eso es malo” simplemente porque es lo que aprendieron en su infancia o su medio, o eso es “bueno” porque esperan una recompensa si lo hacen.
Hay leyes sociales de convivencia pero de ahí que intrínsecamente sea malo o bueno es otra cosa: en las selvas amazónicas las tribus de indios están totalmente desnudos, eso no es malo ni “inmoral” es su costumbre y tienen otras éticas y normas, en otras sociedades hay otras. Pero ¿cómo tener una regla fácil para entender esto?
Muy fácil: Bueno o positivo es todo aquello que cuando lo haces no te daña a ti, ni a los demás, ni al medio ambiente. Lo negativo es lo opuesto.
De ahí que hacer lo “bueno” crea ondas energéticas positivas cuyos resultados son también positivos. Principios y sentimientos tales como el amor, el perdón, la humildad, la tolerancia, la consideración a los demás, el respeto a todas las personas y sus diferencias, y los factores de unión entre todos los seres humanos van consolidando una personalidad que cada día es mejor porque una buena acción o dirección de pensamiento lleva a otra. Recordemos, las cosas en sí no son ni buenas ni malas, es la energía que le ponemos lo que las define: un cuchillo sirve lo mismo para cortar una fruta, que para matar a una persona. El cuchillo es un instrumento, nosotros le ponemos la energía.
Es parecido a quienes viven pensando que “el dinero es todo” ¡ojo, ese tipo de personas lo harán “todo” por dinero, hasta matar inclusive! Quienes viven en un medio hostil llenos de odios, recelos, odiando a todos los que no piensan como ellos, intolerantes, rígidos, con envidias, incapaces de perdonar y olvidar, con deseos de venganzas y con una mentalidad torcida, maltratando los animales y seres vivos en general, desconsiderados con todos, tristemente cada día se complican y enredan más dentro de sus malos karmas.
Si una persona se lanza de una azotea en un piso 20 del edificio y cuando cae se muere nadie la “castigó”, es una reacción a una acción. Si come tarde de noche y tiene indigestión, hay una relación causa efecto. Si la personalidad es agresiva y petulante, enredadora y torcida, y dondequiera que va tiene problemas no es que tenga mala suerte ni una fuerza equis o un embrujo o hechizo la esté castigando sino que esa persona está recogiendo lo que siembra.
y destino, el papel de la Carta Natal
Otras personas confunden el llamado “destino” con el Karma y con la Carta Natal y es menester estar muy claro en esto. En la Carta Natal aparecen las “posibilidades” las “potencialidades”, pero es uno quien escoge el camino, o sea, uno mismo se va forjando su propio destino en base al paisaje que se le presenta. Cuando se conocen tenemos una guía, una especie de mapa, que inclina, pero no obliga, presenta, pero no fuerza.
Supongamos este escenario: estás en una cafetería y cuando sales puedes optar por ir a la calle de la derecha, o a la izquierda, o seguir de frente son tus opciones. En una esquina hay un ladrón que espera una víctima para asaltar, en otra el amor, en otra una posibilidad de trabajo. Según la persona escoja en ese momento irá al encuentro de lo que llamaría “su destino”. Lo que aparecería en su C Natal serían estas tres opciones, ahí están, lo que la persona decide es su libre albedrío. Es en esos momentos cuando es tan importante tener un “buen karma” porque nos ayuda a entender mejor nuestras intuiciones, lo que se llama en general “corazonadas”.
De nuevo: frente a ti están diferentes alternativas: A, B, C y otras más. No sabes cuál es cual, pero ahí están. Escogerás una y al hacer tu elección mucho influirá tu personalidad, tu temperamento, la manera que escuches tu voz interior tu famosa intuición, y la carga de Karma positiva que tengas. Por eso la respuesta a la famosa pregunta de “¿se puede cambiar el destino?” Evidentemente es SI porque uno mismo lo va forjando.
La Objetividad
Un punto muy importante para entender el Karma es la objetividad, o sea ver los hechos. La mayoría de las personas tienden a proyectar en otros lo que ellos creen, o la forma en que ven el mundo. Si de pequeños se criaron en medio de una familia mentirosa, piensan que todas las familias son así. Si se desarrollaron en un medio donde la gente era envidiosa, malvada, interesada solamente por el dinero y cosas así, piensa que todos son iguales. El famoso refrán que dice “el ladrón piensa que todos son ladrones”. Por eso, muchas personas atraen un mal Karma cuando no son objetivas porque entonces a la hora de tomar decisiones suelen ser injustas y actuar por emociones y no por sentimientos de justicia. Para atraer un buen karma hay que ser objetivos y aceptar a los demás como son, no como nosotros quisiéramos que fueran. Lo que se pueda cambiar a trabajar para cambiarlo, lo que no se pueda cambiar a aceptarlo.
Por ejemplo, una persona nace en el seno de determinada familia, en un pueblo, país, grupo social, etc, esas condiciones no se pueden cambiar y debemos estar orgullosos legítimamente de ello, del lugar donde nacimos, nuestra familia, herencia. Un niño nace zurdo porque tiene en su cerebro un desarrollo especial en el hemisferio derecho no porque eso sea “anormal” como hace décadas se pensaba y se obligaba a los niños hasta con golpes a que cambiaran su naturaleza. Lo mismo puede decirse de la orientación sexual que desde pequeño se va perfilando y no constituye una anormalidad sino una expresión de la naturaleza de cada cual.
Mejorando el Karma
Traemos un karma y podemos mejorarlo, pero es un trabajo de adentro hacia afuera. De nada vale usar hierbas, cristales de cuarzo, cánticos, rezos y mantras si no se produce una verdadera transformación interna. Esos elementos pueden ayudarnos a concentrarnos para trabajar sobre el mismo, pero la verdadera “limpieza” del Karma es un proceso interior, cuando no dejamos que aniden en nuestro Ser Interno pensamientos negativos. ¡Hay que eliminar del diccionario personal las palabras odio, egoísmo –que es el sentimiento opuesto al amor!-, envidia y todas aquellas que atraigan a nuestras vidas malas energías.
Mientras mejores seres humanos seamos, más felices seremos, y más felices haremos a los demás y estaremos generando a cada instante buen karma, para nosotros y para todo el planeta.
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