El turbio e irónico origen del Monopoly.



En la historia oficial se indica que Monopoly fue idea de un hombre llamado Charles Darrow, un desempleado que había tenido muy mala fortuna hasta entonces. Tal vez Darrow haya creado el juego tal y como lo conocemos, pero jamás mencionó que su participación consistió en disfrazar y diluir un juego inventado tres décadas antes.

La dinámica original se presentó en The Landlord’s Game, un juego de mesa patentado en el año de 1903 por Elizabeth Magie, quien demoró años en crearlo. Posteriormente, Parker Brothers adquirió esa patente por la cantidad US$ 500, que Magie aceptó creyendo que publicarían su juego. Cuando apareció una versión completamente modificada en el mercado, se dio todo el crédito a otra persona y se desechó un componente clave: un conjunto de reglas anti-monopolio.

La historia oficial sobre la invención del Monopoly dice que fue idea de un hombre llamado Charles Darrow. Se le habría ocurrido en medio de la Gran Depresión, época en que Darrow estaba desempleado y sin un quinto en la bolsa. Pero todo eso cambió cuando desarrolló Monopoly, que no sólo se convirtió en el juego de mesa más popular del mundo, sino que terminó salvando a la compañía Parker Brothers de una bancarrota segura.

Se supone que Darrow, un ocasional cuidador de perros y técnico en reparación de radiadores, se inspiró completamente en la ciudad de Atlanta, donde solía vacacionar ocasionalmente con su familia. En cierta ocasión, cuando lo entrevistaron sobre el método que había utilizado para administrar la creación del juego, se limitó a responder: “es una monstruosidad. Completamente ilógico e inesperado”.

Aunque era mentira, pues la idea original sobre la que hizo crecer su fortuna había sido patentada 30 años antes. La patente era propiedad de una mujer llamada Elizabeth Magie, residente de Washington DC.

El juego entero se basaba en la filosofía económica de Elizabeth Magie. Los jugadores competían para acumular riqueza, pero había otro conjunto de reglas a través de las cuales los premios se repartían de forma equitativa.

Magie estaba en contra de los monopolios, y el juego también condensaba la ideología de uno de sus ídolos políticos, un economista que estaba convencido de que los más ricos deberían hacerse responsables por una mayor cantidad de impuestos.

Magie llegó a patentar su juego en el año de 1903, y sería publicado por la Economic Game Company. Gozó de cierta popularidad en la época y terminó llamando la atención de Charles Darwin quien lo presentó a Parker Brothers, compañía que compró la patente a Elizabeth Magie por US$ 500.

Aunque inicialmente se mostró muy emocionada al saber que su juego se iba a vender, no pasó mucho tiempo hasta que se dio cuenta que le habían comprado la patente para protegerse. La versión “oficial” del juego de Darrow simplemente disfrazó al original, diluyó un poco las reglas y resultó un éxito rotundo.

Magie llegó a protestar por el robo y re empacamiento de su juego, pero durante muchos años su nombre se mantuvo en las penumbras. Murió viuda y sin hijos, era recordada por sus conocidos como una persona que solía hablar sobre sus incursiones en la invención de juegos de mesa.

No fue sino hasta el año de 1973 que un profesor de economía descubrió que la Parker Brothers la había hecho a un lado de forma bastante conveniente para sus intereses. Mientras estaba involucrado en un caso ante la Suprema Corte, peleando por el derecho a hacer sus propios juegos anti-monopolio, Ralph Anspach descubrió la historia de Elizabeth Magie.

Durante el pleito legal, el presidente de la compañía Parker Brothers llegó a decir que el juego de Magie “carecía completamente de valor”. Anspach no sólo se rehusó a darse por vencido en su propio caso, también tomó la determinación de hacer público el verdadero orígen del Monopoly, un juego concebido por los ideales políticos de una mujer avanzada a su tiempo que por poco es olvidada por la historia.

(Source: marcianosmx.com)





Comentarios