A mis años

“A mis años he aprendido a cuidar mis raíces, florecer es tarea propia y no responsabilidad de nadie.

Con el tiempo comprendí que nadie más que yo podía hacerme florecer aún en el frío invierno. Que nadie más que yo podría apreciar mis raíces secas, mis flores marchitas. Nadie podría entender que solo una gota de agua bastaría para humedecer mi tierra árida y dar las flores más bellas.

A través del dolor entendí que muchas personas solo se han acercado a admirarme, otras han robado mis frutos y unas más se atrevieron a lastimarme hasta las raíces. Pero solo así logré entender la responsabilidad de mi tierra, de aprender de mis estaciones y mis propias tormentas.

Solo así he sabido cosechar el Amor propio y aprender a florecer aún cuando los campos sean desérticos”.

(Texto del muro de Kok - Uhga)