DESDE LOS TRAJES ESPACIALES DE LOS ASTRONAUTAS... A LA SIMPLE Y UTIL FREGONA
La lista es inmensa, y a buen seguro te sorprendera, porque jamas se te hubiera pasado por la cabeza que algunos de estos inventos fueran hechos en España... y comenzamos con el submarino
En 1887, el teniente de la Armada e Ingeniero Isaac Peral diseñó y construyó el primer submarino de la historia (sin embargo, oscuros intereses dentro de la Armada Española hicieron que los altos estamentos desecharan el invento y dijeran que era un fraude y que un vehículo así no podía valer para nada).
Este, ya tenía todas las funcionalidades básicas que se pueden observar en submarino militar moderno (motores eléctricos, sistema de navegación, torpedos capaces de alcanzar a un buque de superficie, periscopio, etc...), y supuso un avance científico y militar sin comparación para la época.
Peral, vilipendiado y humillado, enfermó de cáncer, que se complicó con una meningitis que le produjo la muerte con 44 años, sin haber recibido ningún tipo de reconocimiento.
El traje espacial de astronauta
Un nuevo pionero vilipendiado y olvidado por nuestra historia. Emilio Herrera Linares diseñó el primer traje espacial de la historia, pero como tantos otros pioneros de nuestro país, solo ha obtenido el reconocimiento fuera de nuestras fronteras. Científico y aviador (fue un alto mando del ejército republicano durante la Guerra Civil), colaboró con Juan de la Cierva y Leonardo Torres Quevedo en sus investigaciones.
Su traje espacial fue utilizado como diseño previo de los modernos trajes de astronauta, pero su pertenencia al bando perdedor de la Guerra Civil Española y su presidencia del Gobierno de la República Española en el exilio, causaron su ostracismo y persecución en la España de Franco. Murió en Ginebra en 1967.
El autogiro
Juan de la Cierva fue un aviador y científico español, considerado como uno de los grandes pioneros de la aeronáutica y la aviación. En 1920 construye su primer autogiro, aparato precursor del actual helicóptero. Especialmente importantes fueron sus investigaciones centradas en el uso de los rotores (indispensables para los helicópteros modernos).
Irónicamente, murió en un accidente aéreo cuando el avión Douglas en el que viajaba de Londres a Amsterdam se estrelló durante el despegue. Solo tenía 41 años, y durante mucho tiempo, su historia murió con él. Afortunadamente, desde 2001 existe un premio nacional de investigación que lleva su nombre.
La calculadora digital
Uno de nuestros inventores más importantes, Leonardo Torres Quevedo, fue el padre de las calculadoras digitales (y de otros tantos aparatos digitales, casi mágicos para la época, como el puntero láser o la máquina de escribir de Torres-Quevedo). Realizaba los cálculos de forma autónoma (algunos de ellos bastante complejos).
Todas las calculadoras científicas posteriores descienden del invento de Torres Quevedo, uno de los grandes matemáticos y científicos de la historia.Además, en la misma época inventó el Telekino, el primer sistema de control mecánico a distancia; Otro radio control (el primer mando a distancia); la máquina de escribir; el puntero láser; un modelo de dirigible semirígido; y el teleférico.
La radio
Hace unos cuatro o cinco años, una noticia nos sorprendió gratamente. Un español, Julio Cervera, había inventado la radio 11 años antes que Marconi (con el que colaboró posteriormente. De hecho Marconi nunca se apuntó el tanto, sino que fue reconocido al no haberse encontrado patente previa a su modelo, hasta ahora, cuando se ha restituido a Cervera tan importante honor a nivel mundial).
Una vez más, fueron los medios extranjeros los que se hicieron eco del asunto, mientras en España se comentaba de pasada. Julio Cervera fue reconocido justamente como el padre de la comunicación sin hilos. Este militar y científico español, experto en diseño de tranvías, además. Murió en 1929.
El coctel Molotov
He aquí uno de esos inventos que casi mejor deberían no haberse convertido en realidad. El coctel Molotov, a pesar de tener un nombre "tan ruso", es un invento español. Apareció por primera vez en la Guerra Civil Española, siendo un arma barata utilizada por las milicias del ejército republicano, que paliaban así la carencia de armamento. En realidad, el coctel Molotov como lo conocemos hoy se inventó en Finlandia como evolución del coctel Molotov español.
La fregona
La aparición de la fregona de Manuel Jalón, inspirada en las mopas usadas en los cuarteles (aunque su antiguo colaborador Emilio Bellvis asegura que el invento es suyo en realidad) causó un impacto general allá por el año 1956. En principio surgió como un objeto liberador de la mujer, eminentemente feminista y que permitía a estas levantarse del suelo, no tener que estar arrodilladas para limpiar la casa. Hoy las cosas han cambiado y está considerado como un objeto símbolo del machismo, pero realmente representó un primer paso para la liberación de la mujer, y su impacto fue mundial.
La jeringuilla desechable
Algo tan simple que ha hecho tanto bien... Manuel Jalón, inventor de la fregona, creó la jeringuilla hipodérmica desechable, algo que hoy en día nos parece tan normal que muchas veces no le damos el valor necesario. Su aparición hizo mucho por la higiene sanitaria y significó un gran avance gracias al uso de los plásticos en la no proliferación de enfermedades.
El Chupa Chups
El visionario empresario Enric Bernat tuvo una idea y la defendió al máximo: un caramelo con palo para chupar. Hoy en día, la marca Chupa Chups es reconocida en cualquier parte del mundo, y su logotipo, diseñado por Dalí, tiene la fuerza del de la Coca Cola (en el que estaba basado). Bernat convirtió una pequeña empresa familiar en una gran compañía, a base de trabajo duro y de muchos kilómetros con los muestrarios. Fue un pionero en el fenómeno del branding, y en el uso de expositores en los comercios en una época en la que eso de la marca no lo entendía nadie...
El cigarrillo
El origen de los cigarrillos, como los conocemos hoy, data del siglo XVI, momento en el que los mendigos de la ciudad de Sevilla empezaron a recoger los desechos de las hojas de tabaco, triturándolos y liando este tabaco triturado en finos papeles de arroz. Esta práctica fue exportada por los marinos a buena parte del mundo, pero también sería en España donde se empezarían a manufacturar, por parte de las empresas tabacaleras, a comienzos del siglo XIX, ya que antes se consideraba a esta práctica digna de gente de baja calidad.
El laringoscopio
Manuel Vicente Patricio Rodríguez Sitches (que así de extravagante era su verdadero nombre, aunque se le conocería como Manuel Vicente García), fue un famoso cantante de ópera español del siglo XIX. Sin embargo, su mayor aportación fue la de la invención del laringospio, diseñado tras unos geniales estudios que realizó sobre la anatomía de la laringe humana (estudiando la suya propia con un espejo de dentista). El médico alemán Johann Czermak no dejó pasar de largo esta invención y lo introdujo en la práctica de la medicina.
El TALGO (tren moderno)
El Tren Articulado Ligero Goicoechea Oriol (iniciales de TALGO) apareció por primera vez en los años 40, y se considera a este como el primer tren moderno de la historia. Sus diseños eran realmente atractivos y modernos, buscando siempre la aerodinámica y el estilo.
Durante bastantes años fueron los dominadores del mercado mundial, llegando a copar el mercado norteamericano desde mediados de los 60 hasta los 80 (de hecho gran parte de los trenes de los EEUU son TALGOs todavía hoy en día). El ingeniero Alejandro Goicoechea gracias a la financiación de José Luis Oriol, fue el inventor de los mismos hasta su muerte en el año 84.
El futbolín
Alejandro Campos Ramírez, alias Alejandro Finisterre, fue un poeta, editor e inventor gallego conocido por crear el genial futbolín. En 1936 resultó herido en uno de los bombardeos de Madrid durante la Guerra Civil Española, y durante su estancia en el hospital, conoció a muchos niños heridos cuya mayor pena era la de no poder jugar al fútbol. Al recuperarse, y basándose en el tenis de mesa, encargó la construcción de su primera mesa de futbolín.
Las empresas jugueteras no pudieron fabricar el producto en serie porque habían sido nacionalizadas por ambos bandos, siendo dedicadas a la manufactura de armas. Al terminar la guerra, la victoria del bando nacional golpista hico que se exiliara en Francia, pero antes había patentado el producto en Barcelona que perdió mientras atravesaba los Pirineos a pie, lo que posteriormente causó que los jugueteros valencianos se apropiaran el invento como propio durante muchos años (aun así, y a pesar de no conservar la patente, numerosos diseños con su nombre seguían existiendo entre carpinteros y jugueteros españoles).
Su vida estuvo llena de aventuras. En los últimos años de su vida se trasladó a Zamora para cumplir como albacea de su amigo el poeta León Felipe. Murió en 2007, y sus cenizas fueron esparcidas en el río Duero desde el puente de piedra de Zamora y en el Atlántico, desde Finisterre.
La guitarra clásica
La guitarra clásica de 6 cuerdas tal y como la conocemos hoy se desarrolló en España entre el siglo XIII y el siglo XVIII (del que data su diseño exacto actual y por eso tambien se llama guitarra española) como una modificación de la antigua vihuela. Anteriormente existían otros tipos de instrumentos de cuerda pulsada con apariencia similar utilizados por trovadores y moriscos, pero no exactamente iguales a la guitarra que ha llegado hasta nuestros días. La guitarra eléctrica, por ejemplo, es una modificación directa de la antigua guitarra española realizada por Les Paul en el siglo XX.
El teleférico
Un nuevo invento del genial Leonardo Torres Quevedo fue el teleférico (o funicular), creando el primero en el año 1887 bajo el nombre de aerotransbordador o aerocar. En un primer momento su invento es recibido con burlas en Suiza, sin embargo, tras construir un funicular en San Sebastian en 1907, el invento se convierte en un gran éxito mundial, construyéndose numerosos aerocars en diversas partes del mundo.
El más famoso e importante de todos, se terminó de construir en 1916 en las Cataratas del Niágara, y todavía sigue utilizándose hoy en día bajo el nombre de Spanish Aerocar. De hecho fue un proyecto netamente español, creándose la Niágara Spanish Aerocar Company para la ocasión.
La grapadora de sobremesa
La compañía Casco, formada por antiguos fabricantes de revólveres, se dedicó en los años 20 a crear material de oficina, llegando a lo más alto con la grapadora Casco, un hito del diseño mundial. Aunque las grapadoras ya existían con ese nombre, el diseño moderno (el que conocemos hoy) apareció con este modelo. Sus inventores fueron Juan Solozábal y Juan Olivé. Este modelo sigue vendiéndose en la actualidad en todo el mundo.
El arcabuz
El arcabuz fue el primer "cañón portatil", y apareció en 1450, como un arma revolucionaria diseñada para los Tercios Españoles (siempre siendo usada con una defensa de picas). El nombre tiene un origen holandés y alemán. Este iría siendo mejorado hasta la creación del mosquete. La combinación de arcabuceros y piqueros dentro de los tercios españoles marcó la forma de hacer la guerra en Europa durante los siglos XV y XVI.
La navaja
La navaja surge a finales del siglo XVI en España tras la prohibición promulgada por Carlos V de llevar armas de hoja larga (sobre todo espadas) agente ajena a la nobleza. La navaja permitía ocultar la hoja, además de ser pequeña, manejable y mucho más barata que una espada. Desde España se exportó hasta el resto de Europa con mucha rapidez, ya que fue un arma muy popular.
El afilalápices
Ignacio Urresti creó el afilalápices en 1945 siendo otra de las grandes aportaciones de España al mundo del material de oficina tras la grapadora Casco. Se inspiró en un molinillo de café, y su invento se hizo muy popular de forma inmediata, además de ser considerado como un gran ejemplo de diseño.
Interesante y sorprendente, verdad? Espero que te haya gustado la informacion. Muchas gracias por tu visita... y por tu solidaridad con mi pagina, a ver si con eso puedo dedicarme a investigar e inventar algo asi de sensacional, jeje.
Fuente: tiempodeculto.com
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