Cómprame flores.

Hay hombres que nunca piensan en eso.
Pero tu si.
Viniste y me dijiste que querías comprarme flores.
Pero entonces algo salió mal.
La tienda estaba cerrada.
O tenías dudas.
El tipo de dudas que mentes como la nuestra siempre parecen tener.
O pensaste que no quería tus flores.
En ese momento estaba sonriendo. Y te abracé.
Todavía sonrío ahora.
Porque, como ves, esas flores que nunca me trajiste ...
¡TODAVÍA DURAN!
                        Wendy Cope

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