El único objetivo de la moral.


Decía Emil Cioran [escritor y filósofo] que el único objetivo de la moral era convertir toda vida en una serie de ocasiones desperdiciadas. Al fin y al cabo, las reglas están puestas para preservar cierto funcionamiento de las cosas, pero este rara vez coincide con lo que realmente te apetece hacer.

Por eso escribió que para conocer algo en profundidad es también necesario el exceso, el vicio y el pecado. Porque la única forma de comprender o de acercarse a la realidad más íntima del mundo es obsesionándose con él, y no haciendo caso de las normas que lo preservan.

Como si dijese que la vida auténtica es aquella que rompe las cosas con las que se encuentra, aunque tan solo sea para ver lo que estas tienen dentro.

Obra de Heinrich Lossow
Texto de @filosofianivelusuario (Instagram)

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