Cuando termina una relación.
Seguramente la mayoría de las personas hemos vivido la experiencia de acabar con una relación de pareja. Los motivos pueden ser diversos y en función de estos motivos lo viviremos de una manera u otra.
Poner fin a una relación nunca es fácil. A menudo implica una mezcla de sentimientos de frustración y fracaso, junto con otros de vacío, nostalgia y soledad.
Lo que está claro es que en una relación de pareja NUNCA HAY GARANTÍAS. Se encuentran dos personas diferentes, cada una con su historia, sus creencias, su experiencia y su manera de ser.
Algunas veces uno de los dos, renuncia a si mismo para convertirse en lo que el otro espera de el/ella, hasta llegar al punto que se pierde a si mismo. Es en los casos que generamos dependencia emocional. Ya hemos hablado en posts anteriores sobre este tipo de relaciones y de lo mal que se pasa en ellas.
Otras veces, debido a que el otro no es lo que esperamos, buscamos ni deseamos, pero aun así hemos seguido adelante con la relación, empezamos una lucha agotadora para conseguir que cambie, que se de cuenta de que las cosas no son como las enfoca. El problema es que estar con una persona así es absolutamente agotador, tanto física como psicológicamente. Tarde o temprano tenemos que hacer un cambio ya que si no podemos incluso llegar a enfermar.
Otras veces, hay infidelidades en la pareja. ¿Hay que perdonar? ¿Se puede seguir adelante con la relación, a pesar de ellas? Éste podria ser un tema para otro post, pero de entrada, no hay respuestas absolutas. Depende de cada uno. Hay muchas personas que lo superan e incluso que ésto hace que la relación se fortalezca porque les hace ver que no se estaban cuidando lo suficiente el uno al otro. Estoy convencida que si aparece una tercera persona, no es algo casual, esto siempre nos dice algo.
Pero tambien hay personas que no pueden o no quieren perdonar algo así. Y entonces la relación se rompe.
¿CÓMO SUPERAR UNA RUPTURA?
Cada vez que perdemos o se acaba algo en nuestra vida tenemos que hacer un proceso de duelo, y también pasa cuando ser rompe una relación.
Hablamos de `ruptura´ y es que de entrada sentimos que se ha roto algo en nosotros. Algo que ya no podrá volver a ser igual.
En un principio, albergamos en nuestro interior sentimientos de tristeza, desolación y debemos permitirnos el espacio necesario para el llanto. Debemos respetar mucho lo que sentimos, y a ser posible, hablar mucho sobre ello.
Es muy importante, recordar los motivos por los que hemos llegado hasta este punto. Nuestra mente puede ser muy traicionera, y en estas situaciones, acostumbra a traer a la conciencia los mejores recuerdos, o incluso si los recuerdos son malos los transforma en positivos o en no tan graves.
Lo importante es que cuanto antes tomemos conciencia de que si hemos dado este paso es porque no eramos felices allí. De que lo hemos intentado y hemos estado luchando hasta que no hemos podido más.
Si es el otro quien nos ha dejado, hay que aceptar que no me quiere, que no quiere estar conmigo y que esto nos conecte con nuestra dignidad, con nuestra fuerza interior para recuperar nuestro propio rumbo.
En cualquiera de los casos, el paso más importante es el de volver a entrar en contacto con nosotros. A través de nuestra Autoestima, recordaremos que somos capaces de seguir adelante y ahora, después de esta experiencia, seremos más fuertes, tendremos más claro lo que queremos y lo que no, y cómo va a ser la persona con la que iniciemos la siguiente relación de pareja, cuando estemos preparados.
Cuanto más claro tengamos ésto, mejor elegiremos la próxima vez. Es necesario comprender qué ha pasado, mirarlo desde otra perspectiva, desde la distancia (más allá de los síntomas que en un principio sintamos), para así no volver a cometer los mismos errores otra vez.
Una vez más, cuanto más conciencia tengamos sobre nosotros y nuestra experiéncia, más facilmente alcanzaremos aquello que deseamos de verdad.
Aprende más sobre cómo afrontar una ruptura de pareja en el siguiente artículo: Y de repente…todo acabó.
Silvia Congost
Vía:silviacongost.com
Poner fin a una relación nunca es fácil. A menudo implica una mezcla de sentimientos de frustración y fracaso, junto con otros de vacío, nostalgia y soledad.
Lo que está claro es que en una relación de pareja NUNCA HAY GARANTÍAS. Se encuentran dos personas diferentes, cada una con su historia, sus creencias, su experiencia y su manera de ser.
Algunas veces uno de los dos, renuncia a si mismo para convertirse en lo que el otro espera de el/ella, hasta llegar al punto que se pierde a si mismo. Es en los casos que generamos dependencia emocional. Ya hemos hablado en posts anteriores sobre este tipo de relaciones y de lo mal que se pasa en ellas.
Otras veces, debido a que el otro no es lo que esperamos, buscamos ni deseamos, pero aun así hemos seguido adelante con la relación, empezamos una lucha agotadora para conseguir que cambie, que se de cuenta de que las cosas no son como las enfoca. El problema es que estar con una persona así es absolutamente agotador, tanto física como psicológicamente. Tarde o temprano tenemos que hacer un cambio ya que si no podemos incluso llegar a enfermar.
Otras veces, hay infidelidades en la pareja. ¿Hay que perdonar? ¿Se puede seguir adelante con la relación, a pesar de ellas? Éste podria ser un tema para otro post, pero de entrada, no hay respuestas absolutas. Depende de cada uno. Hay muchas personas que lo superan e incluso que ésto hace que la relación se fortalezca porque les hace ver que no se estaban cuidando lo suficiente el uno al otro. Estoy convencida que si aparece una tercera persona, no es algo casual, esto siempre nos dice algo.
Pero tambien hay personas que no pueden o no quieren perdonar algo así. Y entonces la relación se rompe.
¿CÓMO SUPERAR UNA RUPTURA?
Cada vez que perdemos o se acaba algo en nuestra vida tenemos que hacer un proceso de duelo, y también pasa cuando ser rompe una relación.
Hablamos de `ruptura´ y es que de entrada sentimos que se ha roto algo en nosotros. Algo que ya no podrá volver a ser igual.
En un principio, albergamos en nuestro interior sentimientos de tristeza, desolación y debemos permitirnos el espacio necesario para el llanto. Debemos respetar mucho lo que sentimos, y a ser posible, hablar mucho sobre ello.
Es muy importante, recordar los motivos por los que hemos llegado hasta este punto. Nuestra mente puede ser muy traicionera, y en estas situaciones, acostumbra a traer a la conciencia los mejores recuerdos, o incluso si los recuerdos son malos los transforma en positivos o en no tan graves.
Lo importante es que cuanto antes tomemos conciencia de que si hemos dado este paso es porque no eramos felices allí. De que lo hemos intentado y hemos estado luchando hasta que no hemos podido más.
Si es el otro quien nos ha dejado, hay que aceptar que no me quiere, que no quiere estar conmigo y que esto nos conecte con nuestra dignidad, con nuestra fuerza interior para recuperar nuestro propio rumbo.
En cualquiera de los casos, el paso más importante es el de volver a entrar en contacto con nosotros. A través de nuestra Autoestima, recordaremos que somos capaces de seguir adelante y ahora, después de esta experiencia, seremos más fuertes, tendremos más claro lo que queremos y lo que no, y cómo va a ser la persona con la que iniciemos la siguiente relación de pareja, cuando estemos preparados.
Cuanto más claro tengamos ésto, mejor elegiremos la próxima vez. Es necesario comprender qué ha pasado, mirarlo desde otra perspectiva, desde la distancia (más allá de los síntomas que en un principio sintamos), para así no volver a cometer los mismos errores otra vez.
Una vez más, cuanto más conciencia tengamos sobre nosotros y nuestra experiéncia, más facilmente alcanzaremos aquello que deseamos de verdad.
Aprende más sobre cómo afrontar una ruptura de pareja en el siguiente artículo: Y de repente…todo acabó.
Silvia Congost
Vía:silviacongost.com
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